El director de un proyectos, además de enfrentarse a las dificultades propias de la gestión de trabajos y tareas, debe enfrentarse a un sinfín de eventualidades que pueden afectarle personal y emocionalmente, tanto a sí mismo como al bienestar del equipo. Por ello, un buen director de proyectos debe poseer las siguientes 11 habilidades.

1. Comunicación

La comunicación es la base del correcto funcionamiento de una sociedad civilizada. Por supuesto esto también se aplica a los equipos de proyectos.

 

Un buen director de proyectos debe ser capaz de transmitir con claridad a su equipo aquellas tareas que deben realizar, para que el desempeño de los trabajadores se ajuste lo más posible a las necesidades de los clientes.

2. Saber escuchar

La otra parte de la comunicación es la habilidad para escuchar a los demás. Un buen director de proyectos debe ser capaz de escuchar y comprender tanto a los clientes como a los trabajadores. Sólo así podrá mediar entre ambos y conseguir llevar el proyecto al destino deseado.

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3. Liderazgo

Difícilmente el proyecto llegará a buen fin si el project manager no demuestra una alta capacidad de liderazgo. De él depende el proyecto y lo logrará a través del trabajo del equipo, por lo que deberá saber liderarlo.

4. Fortalecer el equipo

Un trabajo a largo plazo requiere un buen equipo de trabajo (o varios, dependiendo del tipo de proyecto). De crearlo y velar por el buen funcionamiento ha de encargarse el director de proyectos. Elegir a las personas adecuadas, asignar a cada una su parcela de responsabilidades, apostar por un clima de confianza y mediar en caso de conflicto entre los integrantes son algunas de sus funciones. Los conflictos no siempre deben evitarse, ya que, en ocasiones, pueden repercutir positivamente en el equipo y proyecto que se está llevando a cabo, siempre y cuando el directo de proyectos desarrolle bien su papel de intermediador. Además, deberá idear un sistema de recompensas para cada equipo, basado en la consecución de los objetivos.

5. Resolución de problemas, adaptación, inteligencia

Son tres habilidades intrínsecas a cualquier líder y que no deben faltar en un director de proyectos. Citando al científico Stephen Hawking, “la inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”. Durante la ejecución de un proyecto, hay muchas circunstancias que pueden cambiar, muchas circunstancias adversas que pueden surgir, muchos problemas que debe ser necesario resolver. Un buen líder demuestra su inteligencia siendo flexible, adaptándose al momento y encontrando soluciones diferentes en función del contexto.

6. Búsqueda inquieta y creatividad

Cuando se presenta un problema al que ya nos hemos enfrentado en otras ocasiones simplemente debemos aplicar una solución que sabemos que funciona. Pero, ¿qué pasa si nos enfrentamos a un problema nuevo en el que no tenemos experiencia?

Un director de proyectos debe ser capaz de buscar soluciones innovadoras, creativas. En la era de la comunicación, un líder debe tener recursos que le permitan buscar soluciones que se hayan aplicado en otras empresas, utilizando para ello toda la información disponible. El director de proyectos deberá realizar esta búsqueda y buscar la manera de aplicar las soluciones utilizadas en otros entornos y mercados a la situación concreta de su empresa y de la coyuntura socioeconómica del momento.

Sin embargo, pese a todo, es posible que haya situaciones nuevas, para las que no haya precedentes. En estos casos, el líder deberá ser creativo y encontrar nuevas soluciones.

7. Habilidades económicas

La organización de un proyecto implica también la gestión de un presupuesto previamente asignado a su ejecución. Un director de proyectos no solamente debe ser capaz de administrar adecuadamente los recursos humanos, sino también los bienes materiales y económicos que tiene a su alcance.

8. Empatía y cercanía

El director de proyectos debe mostrarse cercano y accesible al equipo. Sólo así podrá entender las necesidades y dificultades reales que existen en cada momento y dar la mejor solución.

Además, el director del proyecto debe considerar siempre el aspecto humano de cada trabajo. Todos los miembros del equipo pueden enfrentarse a problemas personales y familiares de fuerza mayor (accidentes…). El director de proyectos debe empatizar con todo el equipo, especialmente ante estas situaciones, y encontrar soluciones a los problemas que se presenten.

9. Motivación

Toma nota: un buen director de proyectos ha de saber motivar adecuadamente al equipo y tener en cuenta que lo integrarán personas con diferentes intereses y expectativas. Su misión será encontrar un sistema de recompensas motivador para todos los integrantes y en consenso con ellos.

10. Análisis de riesgos

Una cualidad que debe presentar cualquier director de proyectos es la capacidad analítica. Antes de efectuar cualquier acción, debe ser capaz de prever las consecuencias, tanto de que se lleve a cabo con éxito todo lo planificado, como de que no se pueda cumplir algo o todo lo que está previsto, así como elaborar planes de contingencia para estas situaciones. Prueba nuestra matriz de evaluación de riesgos.

11. Capacidad de aprendizaje y mejora

Ya en la filosofía griega clásica, Heráclito de Éfeso afirmaba que “lo único constante es el cambio”. En el mundo actual, rápido y dinámico como nunca en la Historia, esta cita cobra todavía más sentido.

Un director de proyectos debe ser alguien dispuesto a cambiar constantemente, a renovarse, a aprender de manera incansable. Solamente así podrá aportar constantemente mejoras a la ejecución de los proyectos.

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