El compromiso se obtiene de la participación en las decisiones. Ya sea en la estimación del trabajo, en la planificación de un proyecto, en la toma de decisiones que afectan al equipo, la mejor forma de obtener un fuerte compromiso es hacer que el equipo participe de las decisiones. Siempre habrá decisiones que por su urgencia o su importancia deban ser tomadas por la dirección y posteriormente comunicadas al equipo, pero en la mayoría de los casos es posible y recomendable hacer partícipe al equipo en la toma de decisiones, escuchando sus opiniones y teniendo en cuenta su visión.

Las metodologías ágiles (XP, Scrum, Kanban, etc.) dan un importante papel de decisión al equipo. Cuando los equipos de proyecto abordan las metodologías ágiles toman un papel completamente nuevo. Son ellos los que deciden que funcionalidades son abordadas en un sprint, que tareas cambian de estado en el tablero, cual es el Work in Progress (WIP) que pueden soportar de forma eficiente. Es esta inversión de poder la que más vértigo produce a las organizaciones y la que mejor resultado ofrece en la gestión de proyectos ágiles.

Lee ventajas e inconvenientes de las metodologías Ágiles y Predictivas

¿Cómo hacer una migración desde metodologías predictivas o clásicas (basadas en un plan reflejado en un Gantt que es impuesto al conjunto de miembros del equipo) hacia metodologías ágiles donde el equipo toma el control del proyecto? Sin duda la mejor táctica es hacer partícipes a los miembros del equipo de este proceso de cambio. En ocasiones los equipos recelan de nuevas fórmulas que prometen grandes resultados en la gestión de proyectos. Las reticencias provienen de experiencias anteriores donde otras metodologías prometían grandes resultados que no fueron alcanzados. También pueden provenir de una natural resistencia al cambio. En todos los casos, el conocimiento y la involucración del equipo en la adopción e implantación de estas nuevas metodologías son una herramienta muy poderosa.

Pasar de de la visión de jefe de proyecto a la visión de facilitador del proyecto no es una tarea fácil. Hay una fuerte sensación de pérdida de control. Ser Scrum Master no es lo mismo que ser Jefe de Proyecto. Ser el facilitador de un proceso continuo tipo Kanban no es igual que dirigir un proyecto. Se parece mucho más a ser el director de una orquesta que sabe cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.

Dar un papel relevante al equipo siempre tiene buenos resultados, ya sea en proyectos clásicos o en proyectos ágiles, tener en cuenta la visión del equipo nos evitará errores y conseguirá el compromiso y colaboración del equipo.

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