teléfono, configuración de la navegación, localización, nube, mensajesHoy en día, no es extraño ver cómo cada vez más negocios abren la puerta a la era digital y se suman al fenómeno app, creando una de estas novedosas herramientas para sus propios beneficios, que no son pocos. Este hecho no se está dando por comodidad de las propias empresas, sino que son los propios usuarios los que demandan el giro digital hacia las aplicaciones móviles. Analicemos esta situación con algunos datos empíricos: según el informe de ditrendia del año 2016 en Europa, 78 de cada 100 habitantes cuenta con un teléfono móvil inteligente (smartphone), el tráfico global móvil crecerá cerca de 8 veces entre 2015 y 2020 y, en el mundo, el uso de aplicaciones (apps) ya supone el 54% del tiempo gastado en el mundo digital.

Como la atención del usuario digital es uno de los recursos más limitados y valiosos, es lógico que una app robusta y cómoda sea un instrumento básico para que cualquier empresa pueda competir por ese tiempo de navegación. Si además tenemos en cuenta que los pagos por teléfono móvil no han hecho más que comenzar, como revela la explosión del sector fintech, las oportunidades de negocio están más que claras. 

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¿Por qué tu empresa debería desarrollar su propia aplicación móvil?

Al igual que a finales de los 90 las páginas web se abrieron paso en el mundo empresarial y hoy en día si no estás en internet no existes, lo mismo está sucediendo con las aplicaciones de móvil. Entonces, ¿qué ventajas tiene una app con respecto a una web?

1. Siempre presente (mind share):

Nuestra app va a estar de manera muy presente y continuada en los smartphones de nuestros clientes. Cada vez que el usuario visualice su teléfono, nuestra marca estará ahí, contribuyendo con esto a su presencia en la mente de nuestros consumidores.

2. Siempre disponible:

La app está instalada en el smartphone o tablet, accesible para ser usada inmediatamente, a diferencia de una web que impone abrir un navegador y buscar el sitio. Y, lo que es más importante aún, las apps han pasado a ser el principal medio por el cual una empresa se relaciona con sus clientes, sin pasar por el proceso de o bien tener una “entidad física” o una página web.

3. Nuevo canal de comunicación con los clientes:

Los dispositivos móviles son importantes canales de comunicación en el que compartir noticias, imágenes e información relevante para los usuarios o clientes. Y no sólo eso, las apps permiten realizar tareas que antes resultaban imposibles, como por ejemplo comprar desde el sofá o realizar transferencias bancarias sin tener que pisar un banco.

4. Mejora la relación con los clientes:

Posibilidad de establecer comunicaciones directas con tus clientes, generando estímulos inmediatos en los usuarios.

5. Amplia difusión de tus contenidos

La sincronización de la app con las redes sociales de la empresa mejora la difusión y viralización de los contenidos.

6. Mayor visibilidad

Una aplicación móvil, al estar hospedada en las principales tiendas de aplicaciones como Google Play Store y App Store de Apple, estará disponible para miles de usuarios interesados en tu producto.

7. Notificaciones

Podrás crear una relación más fuerte con tus usuarios que la que podrías conseguir utilizando otros medios, ya que estarás tan cerca de ellos como ellos lo están de sus dispositivos. Desde el punto de vista de la comunicación, podrás enviarle notificaciones con promociones, descuentos, ofertas, encuestas y mucho más. Eso sí, tendrás que medir bien la frecuencia para que el usuario no decida desinstalarse la aplicación.

8. Y lo más importante, genera “engagement”:

La mejor cosa sobre el canal móvil es que se da a las empresas la posibilidad de participar con sus clientes en tiempo real, según la ubicación, el horario y sus gustos, brindando la oportunidad de crear un perfil y responder en virtud de él.

 

¿Qué pinta la gestión de proyectos en todo esto?

Las PMO tienen un papel primordial en el desarrollo de una aplicación ya que, sin sus tareas de gestión, difícilmente se podrían llevar a cabo los trabajos necesarios de forma coordinada.

Al fin y al cabo, normalmente una app no es un solo proyecto, sino que su puesta en marcha exige la coordinación de proyectos distintos y de equipos multifuncionales. Por una parte, por ejemplo, estará el trabajo de desarrollo de negocio orientado a explotar el nuevo canal como una fuente de ingresos; de la otra, todo el trabajo relativo a la integración de datos; y por último, la creación de la propia app y sus prestaciones. Sin una gestión de proyectos avanzada, es difícil que la app no se convierta en una pesadilla.

El gestor de proyectos será el encargado de mediar entre nosotros (como promotores del proyecto) y el equipo, de mantener el tempo del desarrollo de la aplicación para cumplir con las fechas límites y de que todo esté a punto para que funcione de la mejor manera posible, lo que incluye el mantenimiento de la aplicación y todas las tareas que se realizan a posteriori.

Por otra parte, el equipo de la PMO o el director del portafolio de proyectos, en el caso de que sean personas distintas, se encargarán de analizar todas las dependencias entre el proyecto de desarrollo de la aplicación y todos los demás proyectos, actividades y servicios que pueden convertir el proyecto en un éxito o, por ejemplo, puedan provocar retrasos o afectar al correcto avance del trabajo. Es importante contar con una herramienta de gestión de portafolio, como ITM Platform, para desempeñar este trabajo correctamente.

Una PMO directiva, por ejemplo, tendría la capacidad de desviar recursos e inversión desde proyectos secundarios para que se cierren a tiempo los aspectos críticos que puedan bloquear la implantación de la aplicación en alguna de sus fases.

 

¿Por dónde empezamos a gestionar un proyecto de desarrollo móvil?

Dentro de nuestra empresa, quizás los más indicados para poner en marcha la creación de la app sean el Director de Innovación o el Director de Sistemas de Información, ya que sus funciones están muy entrelazas con el desarrollo de la aplicación, según las directrices que haya marcado el plan estratégico de la empresa. Dentro de las etapas que comprendería un proyecto de desarrollo app encontramos:

1. Tener una buena idea: Si ya tienes una idea para tu aplicación, puedes saltarte este punto. Si no es así, lo que realmente necesitas es buscar un problema o necesidad al que darle solución. Es decir: ¿cómo puedes añadir valor a tu cliente relacionándote con él a través de una app? ¿Qué tipo de servicios y características se pueden desplazar desde el contexto físico al entorno digital?

2. Planning: Las ideas y los planes de negocio están muy bien, pero la documentación adecuada es aún mejor. Los estudios de mercado, el desarrollo del MVP, el lanzamiento inicial, los cronogramas, el presupuesto… Tendrán que estar incluidos en tu plan de negocio, que revisarás cientos y cientos de veces. Es recomendable que el jefe de proyecto se adueñe de la planificación mediante metodologías ágiles que permitan lanzar cuanto antes un prototipo funcional

3. Desarrollar la aplicación: es decir, crear el Wireframe (el proceso de crear una maqueta o prototipo de la aplicación). Debemos tener claro si queremos que nuestra app esté disponible para el sistema operativo Android, iOS o Windows Phone y si cumple los requisitos que estos sistemas imponen. En esta etapa del proceso también entra el diseño de la interfaz y la hoja de ruta con la que el usuario navegará a través de la app. Sería muy útil para el desarrollador que hicieras un boceto de los servidores, los APIs y los diagramas de datos.

Según un calculador web para saber el precio de que tendrá desarrollar nuestra app (en este caso hemos utilizado los parámetros más sencillos de la encuesta), este rondará entre los 5.000 y los 20.000Un factor esencial a la hora de calcular este presupuesto es el coste por hora del programador, el cual puede oscilar entre los 30€ y los 120€ (dependiendo si se trata de un freelance con poca experiencia, una agencia especializada o un programador senior bien remunerado).

Este proceso es el más complejo, por lo que debemos descomponerlo para poder entenderlo mejor:

  • a. La investigación previa sirve para asentar las bases necesarias sobre las que sustentará nuestro desarrollo, además de proveernos de la información necesaria sobre nuestros principales competidores.
  • b. Deberemos realizar el wireframe y la documentación de a aplicación para poder perfeccionar las ideas iniciales y continuar por el camino correcto. También es conveniente la creación de una hoja de ruta para visualizar cómo se enlazan las pantallas entre sí y cómo los usuarios navegarían por la app. Llegados a este punto, hay que tener muy presente qué hace que los usuarios utilicen una app frente a una web.
  • c. Una vez tengamos las bases sentadas, habrá que evaluar la viabilidad técnica: asegurarnos de que el sistema back-end admita la funcionalidad de la app. Para ello, deberás acceder a información proporcionada por APIs públicas y, dependiendo del formato de nuestra app (móvil, Tablet, portátiles, etc.) y de la plataforma utilizada (iOS, Android, etc.), tendrá distintos requisitos.
  • d. En la fase de desarrollo, las distintas partes de la aplicación, descompuestas en historias de usuario, se asignan a los miembros del proyecto en sprints, es decir, ciclos de entrega de unas dos semanas. Esto permite que el prototipo mínimo esté listo para el testeo cuanto antes.

4. Prototipo: construye un prototipo rápido para entender de primera mano lo que funciona y lo que no en tu app y así poder cambiarlo. No hace falta que esté todo perfecto, simplemente ofrece al usuario una experiencia similar a la que tendría con la app terminada para así tú obtener la retroalimentación que necesitas para poder continuar y finalizar tu proyecto de app.

5. Testeo de la aplicación: hará falta tener listo un prototipo para poder probarlo con posibles usuarios de la app terminada. Haz que naveguen por tu wireframe y monitoriza todos sus pasos para saber qué necesitas mejorar para poder adaptar mejor tu app a los usuarios.

6. Revisar y mejorar la app: una vez que hayas sometido tu futura app a todas las pruebas posibles y hayas realizado los cambios necesarios basándote en el feedback recogido en los “testeos”, deberás pulir la idea, el uso y el objetivo de tu aplicación. Esto implica añadir nuevas historias de usuario al proyecto y volver a pasar por las fases de desarrollo, testeo y revisión hasta que el producto esté listo para pasar a la fase 7. Por este motivo es tan importante tener una definición de acabado (definition of done) que permita al equipo desplazarse entre tareas sin eternizarse.

7. Lanzamiento y mantenimiento: tras haber publicado la aplicación terminada en plataformas tales como Apple Store o Play Store, proceso que puede llevarnos desde unas horas hasta unos días, dependiendo de si cumple o no las políticas regulatorias de cada sistema, debemos llevar a cabo su mantenimiento, lo que incluye actualizaciones, mejores y hasta el desarrollo de nuevas funcionalidades. También se ha de dar soporte técnico al cliente para solventar posibles errores o bugs que no se hayan detectado durante las pruebas.

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