concepto de diseño de isométrico desarrollo  con servicios de hosting desarrolladores y trabajadores de oficina ocupado en proceso de trabajo elementos decorativos vector ilustración planaLas Project Management Offices, PMO, u Oficinas de Gestión de Proyectos son departamentos que organiza y economizan los recursos mediante el establecimiento de protocolos, documentación y métricas que normalizan, consolidan y centralizan la gestión de los proyectos.

El paso de poner en marcha una PMO toma impulso de un diagnóstico negativo que reconoce la insuficiencia de las actuales capacidades de gestión de proyecto: con lo que hay, no se da abasto. Sin embargo, no existen recomendaciones únicas para gestionar ese cambio de manera efectiva. La meta de una PMO depende enormemente del contexto de cada organización y de factores tan variados como el sector económico, el tamaño de la organización y la capacitación en gestión de proyectos del personal.

Pero todavía queda el factor más importante: la PMO tendrá que dar respuesta a lo que esté fallando. Como es natural, las deficiencias cambiarán en cada coyuntura. Y las soluciones no pueden ser únicas.

Pon en marcha tu PMO con el modelo de configuración rápida de ITM Platform

A pesar de lo arriesgado de ofrecer recomendaciones en un asunto tan coyuntural, una tipología ya clásica de las distintas formas de PMO es la que ofrecieron William Casey y Wendi Peck en 2001, en el artículo “Choosing the right PMO setup”. Casey y Peck comienzan por reconocer que, aunque el comodín de la PMO se emplea a menudo como una panacea, no existe una medicina universal.

Su tipología se basa en tres metáforas: la PMO puede ser una “estación meteorológica”, una “torre de control” o una “fuente de recursos”.

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Tipo 1.- La PMO “estación meteorológica”

Sigue leyendo sobre la PMO como estación meteorológica en este artículo:

La PMO de soporte: oficinas de proyectos "meteorológicas"

En ocasiones, los clientes sienten que se encuentran poco informados acerca de lo que está sucediendo en el proyecto. Su percepción es qué están invirtiendo un tiempo, un dinero y unas esperanzas en los resultados de los que no tienen información detallada.

Otra posibilidad es que hayan encargado varios proyectos simultáneamente y estén recibiendo información diferente sobre los progresos en cada uno de ellos.

La solución a este problema es poner en marcha una PMO cuya misión sea facilitar información objetiva, bien estructurada y comparable. Al proporcionar plantillas para los informes, los contenidos se presentan de forma homogénea y previsible, permitiendo consumir la información con mayor eficiencia.

Algunas de las preguntas de los clientes que este tipo de PMO debe responder son:

  • ¿Cuál es el estado actual del proyecto? ¿Qué grado de cumplimiento de los objetivos iniciales se ha alcanzado ya?
  • ¿En qué se ha invertido o a qué se ha dedicado concretamente el capital aportado? ¿El presupuesto previsto es suficiente? ¿Cuánto del total presupuestado inicialmente se ha gastado ya en este momento?
  • ¿Cuáles son los principales riesgos o problemas que se pueden presentar durante la ejecución del proyecto?

Sin embargo, estas PMO son meramente informativas, lo cual quiere decir que no tienen competencias para coordinar ni autoridad suficiente para tomar decisiones y mejorar proyectos.

Si se desea que sea la propia PMO la que solucione los problemas del proyecto, se deberá optar por otro modelo.

Tipo 2.- La PMO “torre de control”

Sigue leyendo:

Cómo apoyar tus proyectos sin ahogarlos: la PMO como una torre de control

Este tipo de PMO puede utilizarse en combinación con la anteriormente descrita. De hecho, se trata de un complemento adecuado si se desea que la monitorización de proyectos y detección de problemas realizada mediante la PMO tipo “estación meteorológica” implique la adopción de medidas correctoras para garantizar que el proyecto se ajusta a unos estándares establecidos.

Las funciones de este tipo de PMO son:

1.- Establecimiento de estándares para la gestión de proyectos. Los estándares sirven como referencia metodológica a la que los gestores de proyecto deben adaptarse lo más posible, teniendo también un cierto grado de flexibilidad que permita responder en tiempo real a los cambios que puedan suceder en el mercado o en el contexto socioeconómico. El establecimiento de los estándares también comprende los siguientes aspectos:

  • Establecer el nivel de riesgo deseado y los aspectos en los que se desea asumir.
  • La organización del personal encargado de realizar el proyecto y la distribución de las tareas.
  • Los canales de comunicación y de información que mantendrán actualizado al equipo, a la dirección y a los clientes.

2.- Decisión de las metodologías para la medición y análisis de los resultados alcanzados por el proyecto. Se deben establecer sistemas cuantitativos que permitan monitorizar el avance del proyecto en tiempo real para detectar carencias y poder tomar medidas correctoras que minimicen el impacto final de las desviaciones en el plan inicial.

3.- Cumplimiento y elevación de los estándares. La aplicación de leves y constantes medidas correctoras permite ajustarse al plan inicial y cumplir con los estándares establecidos. Dependiendo de la madurez de la PMO y del grado de cumplimiento de la organización, puede ser importante también revisar los estándares con nuevos aspectos.

Como es lógico, cuando el grado de cumplimiento es bajo, puede ser interesante revisar los estándares “a la baja” para acercarlos a las posibilidades reales de los equipos.

Tipo 3: La PMO “fuente de recursos”

Sigue leyendo sobre este tipo de PMO:

Convierte tu PMO en una fuente de recursos

Este tercer tipo puede darse en empresas de tamaño muy elevado, donde se exige un grado de especialización máximo y se pueden movilizar recursos humanos a nuevos proyectos con relativa facilidad.

En este contexto, es factible que los gestores de proyecto designados para ejecutar un proyecto no tenga el perfil deseado. La solución es acudir a algún lugar donde se organice a los Project Managers como si se tratara de productos en un catálogo. Cuando se desee un Project Manager experto en un determinado campo de conocimiento, un sector de mercado, etc. se deberá acudir al “almacén” de Project Managers específico, pues éste garantiza que su formación y experiencia se ajuste a la calidad deseada y, por tanto, supone una garantía para el desarrollo del proyecto.

Este tipo de interpretación de la PMO no garantiza que se realicen los proyectos adecuados o que se realicen de la forma idónea; solamente que los Project Managers elegidos sean los más idóneos para el proyecto. Se trata de un buen pilar sobre el que sostener el éxito, que deberá además apoyarse en otros factores como una buena comunicación con ellos, una plantilla capacitada y motivada, etc.

Una vez seleccionado adecuadamente el Project Manager, se le debe dejar la libertad suficiente como para que realice su trabajo de la manera que considere adecuada.

Entonces, ¿Cuál es el mejor tipo de PMO?

Tal y como se explicó al principio del artículo, cada empresa y cada proyecto tienen unos objetivos y unas aspiraciones diferentes. En función del estado de maduración de una empresa, de su alcance o de sus necesidades, deberá acudir en mayor o menor medida a cada uno de los tipos de PMO.

 

Juan Delgado
Blogger ITM Platform

 

Este es el primero artículo de una serie dedicada a las PMO. Los próximos tres artículos estarán dedicados a cada uno de los modelos de PMO explicados en este texto.

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reunión de gestión empresarial y concepto de brainstorming con personas en la mesa redonda en la vista superior vector ilustración riesgos tecnicasUna de las misiones más intangibles de los responsables de gestionar riesgos está precisamente al inicio del proceso. No se trata tanto de diseñar los procedimientos y acometer la planificación, que está racionalizada gracias a los esfuerzos de la comunidad internacional de expertos en gestión de proyectos.

No. Lo más escurridizo es delimitar el riesgo, identificar cuáles son las amenazas antes de que se verifiquen. Para este cometido no existe ninguna fórmula definitiva. Pero no temas, porque el estándar ISO IEC 31010:2009 incluye hasta 30 técnicas para identificar riesgos en las que puedes inspirarte.

 

En este artículo te recomendamos una selección de las doce más interesantes. Ten en cuenta que los mejores resultados dependerán de que sepas utilizar una combinación de las distintas técnicas que extraiga la máxima cantidad de información valiosa de tu equipo. Al fin y al cabo, es el talento humano de tu organización quien estará identificando, evaluando y planificando todos los aspectos relacionados con el riesgo; las técnicas son solo una lanzadera para agilizar las conversaciones.

Una de las técnicas más utilizadas es el consabido DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Aunque no se trata de una técnica específica, lo positivo es que es muy conocida en cualquier tipo de entorno organizativo, por lo que permite una rápida participación de personas no familiarizadas con el aspecto técnico de la gestión de riesgos.

En ese sentido, antes de entrar a desgranar las otro once técnicas conviene destacar que es necesario conocer adecuadamente a los clientes para saber con precisión el nivel de riesgos que están dispuestos a asumir y el producto o resultado que esperan obtener. De esta manera, se podrá elaborar un proyecto adecuado a sus necesidades y al nivel de riesgo tolerado.

Brainstorming o tormenta de ideas

No se trata de un método específico para la identificación de riesgos, sino que se utiliza habitualmente en departamentos relacionados con la creación y el diseño de producto. Sin embargo, también se puede aplicar a este ámbito.

Dejar espacio a la imaginación, a la creatividad y al intercambio de ideas puede permitir descubrir riesgos no identificados y de esa manera tomar las medidas pertinentes ante ellos.

El brainstorming se puede realizar de diferentes maneras:

1.- Tormenta de ideas estructurada. Cada uno de los participantes trabaja por su cuenta y comparte sólo las ideas que considera más adecuadas. Una variante de este método consiste en que cada uno de los integrantes del equipo dice su idea sin disponer de tiempo previo para reflexionar sobre ella.

La principal ventaja de este método es que todos los integrantes del equipo tienen las mismas oportunidades de aportar sus ideas, independientemente de su rango en la empresa o de su perfil de personalidad. El inconveniente puede ser la falta de espontaneidad.

2.- Tormenta de ideas libre. Los participantes en la reunión aportan sus ideas de manera espontánea, a medida que se les van ocurriendo. La ventaja de este sistema es que los participantes pueden construir sus ideas espontáneamente a partir de las aportaciones de otros y dejando fluir su imaginación.

3.- Tormenta de ideas en silencio. En este caso, se utilizan post-it para que cada uno de los participantes anote sus principales ideas. Al finalizar, los post-it se colocan en la pizarra para que todo el mundo pueda leer su contenido.

Elaboración de listas de comprobación o checklists

Consisten en listas de signos de alarma o puntos de control que se deben comprobar para asegurar que no se produce ningún error significativo en la ejecución del proyecto.

Como ventaja fundamental destaca su sencillez, aplicabilidad a múltiples tareas y proyectos y que, si se han elaborado adecuadamente, evitan que se cometan errores graves. Sin embargo, depositar excesiva confianza en estas listas puede conducir a instaurarse en la comodidad de evitar hacer un análisis exhaustivo de los riesgos de cada tarea.

Las listas son muy útiles para procedimientos repetitivos y altamente estandarizados como la fabricación, pero comienzan a fallar en cuanto se abre paso a la innovación o la adaptación de servicios y productos al cliente.

Structured SWIFT

El significado de estas siglas es Structured “What-if” Technique. Se podría traducir al español como Técnica estructurada “¿Y si…?”.

Esencialmente consiste en, como su propio nombre indica, plantearse las consecuencias que determinados acontecimientos podrían tener para el proyecto. El orientador de la sesión repetirá una y otra vez: “Y si pasara esto, ¿cómo actuaríamos?”

SWIFT suele calentar motores con una sesión de brainstorming para recopilar una serie de riesgos, que se estructuran en una secuencia lógica. A continuación, se analizan en detalle atendiendo a sus posibles causas y consecuencias, lo que permite identificar interdependencias para, acto seguido, plantear planes de respuesta.

Análisis de situaciones

Estrechamente relacionado con el método anteriormente descrito, en esta ocasión se plantean diferentes líneas temporales o contextos alternativos, a los que se conoce como situaciones.

En la reunión, se debe analizar el impacto que supondría cada uno de estas hipotéticas situaciones sobre el proyecto y las acciones que se emprenderían en caso de presentarse.

Fault tree analysis o análisis de fallos en forma de árbol

Se trata de una técnica útil para identificar y analizar las causas que conducen a un evento no deseado. Éste se coloca en la parte superior del esquema y posteriormente se dibujan líneas en forma de árbol invertido, identificando en sucesivos niveles las causas que han conducido hasta él.

Podría considerarse que esta técnica se trata de un tipo particular de tormenta de ideas centrado en la causalidad. En una reunión en la que se utilice este tipo de análisis, se argumentan posibles causas que producen un determinado evento. Depende de los niveles en los que se desarrolla el árbol, se pueden incluir causas de las primeras causas, con lo que se profundiza todavía más en la raíz del problema.

Dado el énfasis de esta técnica en la causalidad, adquiere especial importancia en la búsqueda de soluciones. Una vez identificada la causa original del problema, se deben buscar métodos para erradicarla y así poner solución a todas las consecuencias que de ella se derivan.

Bow tie o análisis en forma de pajarita

Este análisis se caracteriza por poner el acento sobre la representación gráfica de las causas y consecuencias de un riesgo.

El riesgo se escribe en la posición central del esquema definitivo.

A la izquierda se realiza un árbol de causalidad similar al del análisis en árbol. Las ramas en este caso se abren hacia el lado izquierdo del esquema y convergen hacia su centro.

A la derecha del riesgo se escribe un árbol de consecuencias directas e indirectas de éste, formando un esquema en espejo al de las causas que condujeron a él.

El resultado final del esquema recuerda a la forma de una pajarita, donde el riesgo es el nudo y las causas y consecuencias son cada uno de los lazos.

Este sistema de análisis es útil en sí mismo, pero también se puede utilizar como complemento de otros métodos ya explicados. Por ejemplo, se puede realizar inicialmente una lluvia de ideas para enunciar los riesgos que se pueden presentar durante la realización de un proyecto y posteriormente emplear un análisis en forma de pajarita para esquematizar sus causas y consecuencias.

Observación directa

No se trata de un método de identificación de riesgos propiamente dicho, pero no por ello resulta menos útil.

Establecer una cultura de atención permanente y de formación continuada es la mejor manera de estar preparado para detectar cualquier riesgo. El equipo que se encuentra trabajando al pie del cañón es el primero que puede percibir cuándo algo no funciona de la manera idónea, dar la voz de alarma y tomar las medidas necesarias.

Análisis de incidencias

Durante la realización de un determinado proyecto se presentarán riesgos no identificados previamente. Una vez que se presenten, se debe realizar un análisis de causalidad para conocer las razones que han llevado a que se produzca y también examinar las consecuencias y el impacto que ha tenido para el conjunto del proyecto.

El registro de estos sucesos y su análisis servirá de base para la detección de futuros riesgos que puedan presentarse.

Del mismo modo, la repetición de un determinado riesgo deberá dar origen a un análisis de causas más profundas sobre las que se debe actuar para conseguir una solución efectiva.

Entrevistas estructuradas y encuestas

Las entrevistas estructuradas, seleccionando miembros del equipo de diferentes rangos y secciones, permiten obtener una visión global del estado de un proyecto y de los posibles riesgos que puede presentar. Aunque se trata de una entrevista estructurada, y por tanto en principio son preguntas de respuesta cerrada, al realizarse a cara a cara con un interlocutor, se le puede permitir una participación más interactiva con la posibilidad de responder a alguna de las preguntas de manera más abierta.

Las encuestas pueden considerarse como una versión modificada de las entrevistas estructuradas. Como inconveniente, se podría señalar que no se pueden incluir preguntas abiertas, dado que suelen consistir en elegir una respuesta de entre las facilitadas por el encuestador.

Sin embargo, precisamente debido a que presentan respuestas cerradas, se pueden aplicar a una muestra mayor y obtener una información más real del pensamiento global de los empleados de una empresa acerca de las carencias y virtudes de un proyecto.

El método Delphi como ejemplo de sistema iterativo

El método Delphi se basa en una consulta a expertos que se realiza de manera estructurada y en sucesivos niveles que se retroalimentan entre ellos, persiguiendo acercarse progresivamente más a una respuesta consensuada capaz de predecir el futuro sobre un determinado evento o proyecto.

En la práctica, consiste en realizar una entrevista estructurada a un panel de expertos que emiten su juicio mediante respuesta a preguntas cerradas y abiertas acerca del futuro que prevén para un determinado proceso, evento o proyecto.

En una siguiente ronda se mostrará a los expertos las respuestas dadas por ellos mismos y por los otros participantes, para permitir que mediten y maduren las respuestas para una nueva consulta.

Tras rondas sucesivas en las que los moderadores del debate deberán ir modificando las preguntas planteadas para conocer los argumentos de los expertos y buscar puntos comunes que permitan llegar a un consenso, se analizarán estadísticamente los resultados obtenidos y se alcanzará una respuesta global.

Aplicado a la identificación de riesgos, el método Delphi constituye un sistema robusto y sofisticado de consulta a expertos, pues se les pregunta varias veces sobre el mismo tema realizando aproximaciones cada vez más cercanas a un consenso entre ellos.

Debido al carácter repetitivo de las consultas, el método Delphi se encuadra dentro de los sistemas iterativos, constituyendo su ejemplo paradigmático en el ámbito de la identificación de riesgos en gestión de proyectos.

Análisis de Montecarlo

Se trata de un sistema de análisis matemático complejo mediante el cual se realizan aproximaciones aritméticas para cálculos de los cuales no se puede obtener una solución exacta.

Mediante programas informáticos especializados se simulan diferentes riesgos a los que se considera sucesos aleatorios, teniendo en cuenta el impacto que cada uno supondría para el proyecto y la probabilidad de que se presenten. Si quieres saber más sobre esta tipología, puedes seguir leyendo aquí.

 

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Un hombre está controlando una máquina La gestión de riesgos tiene un lugar específico en los protocolos y modelos de gestión de riesgos. En este artículo, repasamos las seis fases en las que PMBOK descompone el trabajo de todo gestor de riesgos: Planificación, identificación, análisis cualitativo, análisis cuantitativo, planificación de la respuesta y monitorización.

En definitiva, un gestor de riesgos debe llevar las riendas del proceso de control del riesgo con un plan detallado; averiguar cuáles son los riesgos apoyándose en los miembros de su equipo y en las distintas unidades de la organización; evaluar los riesgos desde una perspectiva holística; crear planes de acción para reaccionar a cada uno de los riesgos en el caso de que ocurran; y realizar un seguimiento continuo que permita mejorar lo planuificado.

Planificación de la gestión de riesgos

Al igual que cualquier otro aspecto relacionado con la gestión de proyectos, la prevención de riesgos y la organización de la respuesta si llegan a ocurrir deben estar sometidos a una planificación estricta. Como la gestión del riesgo tiene un carácter iterativo, la fase de planificación se debe revisar tras cada ciclo.

Específicamente, en este momento se trata de tomar una serie de decisiones que afectarán de forma esencial a los cinco momentos posteriores. Escoger metodologías, asignar roles y responsabilidades, definir tipos y categorías de riesgos o distribuir recursos son algunas de las áreas fundamentales que se deciden en esta etapa.

Identificación de riesgos

Consiste en determinar aquellos riesgos que pueden afectar al desarrollo del proyecto e informarse acerca de sus características. El peor riesgo es aquel que no se identifica, dado que si se sabe de su existencia se pueden tomar las medidas necesarias para que no influya en el proyecto o incluso poder sacar partido de él. Por ello, se los debe conocer,  así no ignorarlos, sino controlarlos.

Para la identificación de riesgos se puede acudir a múltiples sistemas.

Uno de ellos es recurrir a antecedentes similares, tanto en nuestra empresa como en otras empresas  que se asemejen por su actividad o por su alcance.

Otra posibilidad es utilizar herramientas de análisis específicas (diagrama de Ishikawa, diagrama de flujo de sistemas u otros tipos de diagramas especializados) u otros sistemas de análisis estandarizados, como  elDebilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades).

Por último, en caso de que las dos posibilidades anteriores no sean factibles, se puede recurrir al juicio de expertos.

Tras la identificación, es importante proceder a clasificar los riesgos que se han detectado. Para ello se pueden definir distintos sistemas de clasificación de los riesgos en categorías tanto por el tipo de riesgo (técnico, externo, de organización, de gestión, etc. ), por la influencia sobre el proyecto (riesgos de leve, moderado o severo impacto sobre el proyecto) o la probabilidad de que se presenten (riesgos de baja, intermedia o elevada probabilidad).

Realización de análisis cualitativos

Dado que no se trata de un análisis que se caracterice por su precisión, se reserva para realizarlo en un primer tiempo y a modo de filtro. Por su relativa sencillez y rapidez para la obtención de una respuesta, si el proyecto o la acción a emprender superan esta criba inicial se les somete a un análisis cuantitativo, más complejo y avanzado..

Este tipo de análisis también se utiliza en aquellos riesgos que presentan inmediatez en el tiempo. La urgencia lleva a realizar un análisis que, pese a no ser el mejor en términos absolutos, sí lo es para el tiempo del que se dispone.

Los resultados de este análisis se deben plasmar en una matriz de evaluación de riesgos.

Realización de análisis cuantitativos

Se trata de los sistemas de análisis de riesgo más completos, pero también los más complejos y que consumen una mayor cantidad de tiempo.

Para realizarlos, se recurre a sistemas específicos de análisis cuantitativo de riesgos, como pueden ser simulaciones matemáticas, entre las que destaca la de Montecarlo.

Una posibilidad más sencilla es recurrir a un árbol de decisiones en el cual se ilustren numéricamente los parámetros derivados de escoger cada una de ellas.

En el caso de que no existan criterios objetivos para cuantificar los riesgos, se puede recurrir a expertos en la materia para que realicen una valoración.

En condiciones ideales, los expertos deberían ser ajenos al proyecto y, por tanto, no presentar conflictos de intereses. Además, para evitar sesgos, deberían realizar la evaluación de manera ciega y sin conocer las valoraciones realizadas por los demás expertos.

Existen diferencias entre este punto y la valoración de expertos en el análisis cualitativo. Mientras que en el caso anterior, los expertos estiman la importancia relativa entre distintos tipos de riesgos con el objetivo de centrarse en los más importantes, en el caso cuantitativo los expertos, aun no disponiendo de datos reales,, suministran estimaciones lo más realistas posibles en base a su experiencia y a los resultados de otros proyectos que hayan liderado anteriormente.

Planificación de la respuesta ante el riesgo

Cuando una amenaza se verifica, la reacción debe estar previamente planificada y procedimentada.

Trazar planes de acción ante la presencia de riesgos, permite concentrarse en la prevención, para evitar su aparición; transferirlos a agentes externos o mitigar sus efectos, en el caso de que finalmente ocurran. Cuando los riesgos no se puedan evitar, lo cual debe ser solo justificable en el caso de que el control de las circunstancias esté fuera de nuestro alcance, se deben elaborar planes de contingencia que permitan una actuación coordinada y correcta.

Monitorización de los riesgos

Para poder prever la aparición de un riesgo es necesario conocer signos de alarma que permitan anticiparse a él. Si esto no es posible, al menos, se deben poseer mecanismos de monitorización de los proyectos con los que se pueda conseguir detectar un riesgo en el mismo momento en el que se presenta.

La finalidad de estos sistemas es poner en práctica las actitudes previstas para enfrentarse a un riesgo o los planes de contingencia establecidos en el momento adecuado: antes de que el riesgo haya influido de manera significativa en el proyecto.

Además, la propia monitorización de la reacción ante los riesgos y de la ocurrencia de los mismos puede permitir, a posteriori, mejorar las medidas de prevención, reducir los tiempos y aumentar la efectividad de la reacción.

 

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Una torre hecha con piezas rectangulares. Juego para eliminar las piezas uno por uno evitando que la torre se derrumbaEl gestor de riesgos, gerente de riesgos o risk manager es una figura quizás menos reconocida que otras, pero resulta fundamental para el buen desarrollo de una empresa.

Su trabajo consiste en identificar los riesgos potenciales que pueden afectar a su organización en múltiples frentes: reputación, seguridad y viabilidad económica, incluyendo la seguridad de las inversiones. No obstante, lo habitual es que un gestor de riesgos se encuentre especializado en un área concreta, por lo que se ocupará de detectar los riesgos que acechan en su ámbito correspondiente. Así, por ejemplo, en banca son imprescindibles los departamentos de riesgo, mientras que para las aseguradoras la evaluación de riesgos es una actividad central. En estos ámbitos es habitual encontrar directores y analistas de riesgos.

 

La importancia transversal de una correcta gestión de riesgos para el desarrollo de cualquier actividad económica ha dado lugar a su vez a una disciplina especializada, conocida a menudo por sus siglas en inglés: Enterprise Risk Management, ERM o gestión de riesgo empresarial. COSO define la disciplina como sigue:

 

ERM es un proceso efectuado por el comité de dirección de una organización, su equipo directivo y otro personal. Se aplica a toda la empresa en un contexto estratégico, está diseñado para identificar potenciales situaciones que puedan afectar a la entidad, gestiona riesgos para que se encuentren dentro del alcance de su apetito de riesgo y proporciona garantías razonables para alcanzar los objetivos de la entidad.

Enterprise Risk Management — Integrated Framework
Committe of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission

 

Si te interesa esta propuesta de valor, debes saber que la culminación de tu desarrollo profesional podría llegar con el título de Chief Risk Officer (CRO). Aunque este cargo directivo es más común en el sector financiero, las grandes empresas de ingeniería también cuentan con ellos. Un perfil muy interesante en España, por ejemplo, es el de Cristina Martínez García, CRO en el grupo SACYR, doctorada en Risk Management y con más de diez años en puestos de responsabilidad en el área de gestión de riesgos en multinacionales.

En definitiva, el perfil del especialista en riesgos depende mucho del contexto y no es exclusivo de sectores como el financiero o de seguros. Otro de los perfiles más habituales se basa en la integración estratégica con la gestión de proyectos. En este sentido, forma parte de las responsabilidades de todo gestor. Dependiendo del tamaño de la empresa y de su organigrama, es probable que el PMO cuente con un especialista en riesgos, aunque a menudo la tendencia suele ser la distribución de esa responsabilidad o su absorción en las funciones de competencia del gestor de programas.

Sin embargo, la figura del gestor de riesgo tiene características y un expertise propios, aunando el conocimiento técnico con la experiencia en gestión, y  una importantísima competencia transversal: la capacidad de comunicar y de convencer. Por tanto, para realizar su tarea, debe ocupar una posición central, relacionándose con miembros de otros equipos dentro de la empresa y con los clientes.

Una vez que los riesgos han sido identificados y evaluados, los gestores de riesgos trabajan para implementar procedimientos contra ellos, que permitan superarlos, transferirlos, o al menos minimizarlos.

Además, deben comprender los objetivos de la empresa, para poder dirigir siempre sus esfuerzos y las modificaciones que hagan en la planificación inicial hacia la obtención de un producto que consiga la satisfacción de los clientes.

El resultado es un nuevo perfil profesional que se encuentra en auge.

 

Tareas que debe realizar el gestor de riesgos

  • Identificar riesgos. A menudo, el gestor de riesgos no tiene toda la información necesaria para esta tarea, por lo que se recurre a talleres y sesiones de trabajo en equipo en las cuales se ponen en común las experiencias sobre el progreso del trabajo. En este caso, el gestor de riesgo es un facilitador de conversaciones.
  • Desarrollar planes para imprevistos. Una vez identificados los riesgos, el gestor de riesgos es la persona con el conocimiento técnico necesario para desarrollar un plan de contingencia. También en este caso, es posible que muchos detalles escapen a su competencia y capacidad de decisión, por lo que su trabajo puede considerarse en ocasiones como una labor de consultoría interna hacia las unidades que más necesiten su asesoramiento.
  • Facilitar metodologías que permitan identificar y analizar el impacto económico de la pérdida de alguno de los componentes de la organización, cambios que se puedan producir en la plantilla de la empresa, en el contexto socioeconómico, etcétera.
  • Buscar oportunidades. El gestor de riesgos debe seleccionar aquellas posibilidades de trabajo que resulten más eficientes para la empresa desde el punto de vista del riesgo.
  • Prever los sobrecostes derivados de riesgos de nueva aparición mediante partidas presupuestarias específicas. Sin embargo, esto no exime de realizar predicciones realistas en los presupuestos iniciales.
  • Trabajar colaborativamente con el Consejo General de la empresa para mantener el control sobre los objetivos de cada proceso para asegurar que el resultado final complazca a los clientes y consiga su hueco en el mercado.

 

Formación y habilidades que debe tener el gestor de riesgos

La formación del gestor de riesgos será diferente en función del tipo de proyecto o del tipo de riesgo en el que debe trabajar.

Además de formación específica en gestión de proyectos y de riesgos, deberá ser especialista en el ámbito concreto del proyecto en el que se va a trabajar. Por ejemplo, si se trata de identificar los riesgos en un proyecto relacionado con la construcción, lo conveniente es que el gestor de riesgos tenga experiencia en arquitectura o en ingeniería. Sólo así podrá conocer ese mercado y los problemas y oportunidades que pueden surgir durante la ejecución de ese proyecto específico.

Al tiempo, este perfil profesional permite tener una formación previa más variada que otros ámbitos. Además de la formación especializada en gestión de proyectos, entre los estudios que se valoran están los siguientes:

  • Matemáticas
  • Física
  • Estadística
  • Administración y Dirección de Empresas
  • Estudios financieros y actuariales
  • Económicas
  • Ingeniería Industrial

Por ejemplo, es posible que un ingeniero nunca haya trabajado concretamente como Risk Manager pero que se haya dedicado a tareas relacionadas con la construcción o la ingeniería y por lo tanto tenga experiencia en otras áreas de la gestión de proyectos. En ese caso, pese a que su experiencia no sea concretamente en la gestión de riesgos, el bagaje de conocimientos y habilidades desarrollados en trabajos anteriores sí que será aplicable a su contexto actual.

Independientemente de la formación en un ámbito específico y en gestión de riesgos, el Risk Manager debe poseer una serie de competencias transversales no específicas, tales como:

  • capacidad de resolución de problemas y de toma de decisiones
  • aptitudes analíticas y atención al detalle
  • habilidades organizativas
  • capacidad de negociación y de persuasión
  • Inteligencia matemática y rapidez de cálculo
  • Inteligencia de negocio, para poder integrar los cálculos de riesgo en las dinámicas del desarrollo de la empresa.

Para adquirir la formación y competencias necesarias en el ámbito de la gestión de riesgos, existen instituciones específicas. Una de las más conocidas a nivel internacional es el Institute of Risk Management. Otras organizaciones destacadas son la Federation of European Risk Management Associations en ámbito europeo, la Iniciativa de Gerentes de Riesgo Españoles Asociados (IGREA) o el Club de Gestión de Riesgos En EspañaEstas organizaciones facilitan cursos, titulaciones y formación de actualización continuada.

 

Aliados del gestor de riesgos

Además de la formación y de las habilidades que posee el gestor de riesgos, para poder alcanzar el éxito en su trabajo y llevarlo a su empresa, es necesario que se apoye en software específico y avanzado.

En ITM Platform trabajamos para ofrecer una solución que te permita desarrollar al máximo tu productividad y conseguir el éxito en tus proyectos. Puedes comenzar por probar la matriz de evaluación de riesgos en su versión pública, una de las múltiples funcionalidades de nuestra solución integrada.

Además, si abres una cuenta de prueba podrás comprobar lo fácil que es conseguir informes personalizados, realizar seguimiento de tareas y llevar a cabo las funciones fundamentales de todo gestor de riesgos, inclusive la comunicación y la coordinación con todas las áreas de la empresa.

 

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Juan Delgado

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caracteres largos de las manos, llaves al éxito del trabajo en equipo, proceso de producción, ordenadorEl trabajo colaborativo ha cambiado el mundo laboral. Cada día más empresas apuestan por el trabajo en remoto desde casa. De esta manera, se ahorran costes de mantenimiento de oficinas y se mejora la calidad de vida de los trabajadores.

El ahorro en tiempo y en transporte, añadido a la mayor flexibilidad de horarios que se consigue con estos nuevos sistemas de trabajo, hace que cada día más trabajadores escojan este sistema, pues con ellos resulta más sencillo compatibilizar la vida laboral y la familiar.

Según los estudios de satisfacción, trabajadores y empresas prefieren este método a la oficina tradicional.

Además, el teletrabajo permite a las empresas escoger trabajadores ubicados en cualquier lugar del mundo, teniendo como único criterio su adecuación al puesto de trabajo ofrecido, sin limitaciones geográficas.

Incluso para aquellos que deciden continuar con el trabajo presencial tradicional, el uso de herramientas de trabajo remoto permite un grado de interacción y de flexibilidad que no podrían conseguir de otra forma.

En un mundo en el que el uso de la tecnología es esencial para las comunicaciones y los negocios, utilizar un software adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu empresa.

Desde este artículo te vamos a dar algunos consejos que te ayudarán a escoger adecuadamente el software de trabajo colaborativo para tu empresa.

Plantea el problema

Para poder encontrar una solución, previamente se debe plantear el problema que se desea resolver. El software será diferente en función de tus necesidades. Igual que hay sectores en los que la comunicación es más importante que en otros más tradicionales, no es lo mismo una empresa internacional con cientos de trabajadores que una empresa local con pocos empleados que suelen vivir cerca de su lugar de trabajo.

Los usuarios también participan en la decisión

Las decisiones de la empresa que afectan a todos deberían contar con el mayor consenso posible, especialmente de aquellos que van a verse afectados por los cambios y que serán quienes, al fin y al cabo, den vida a la herramienta. Si a ellos les gusta y les conviene, la adopción será factible; de lo contrario, se convertirá en todo un problema.

Un buen software requiere de una buena implementación para poder exprimir al máximo sus posibilidades tecnológicas, lograr la máxima eficiencia económica y conseguir el mayor beneficio para los propios trabajadores y para la empresa.

Por tanto, la elección de un determinado tipo de software debe contar con la opinión del personal que va a utilizarlo.

Un ejemplo práctico sería el diseño de un hospital. ¿A quién debemos atender para saber si el hospital va a convertirse en un centro de referencia? A médicos y enfermeras. Así pues, la distribución de los espacios y la gestión de los recursos debería incorporar ciclos de información y asesoramiento por parte del personal sanitario que posteriormente utilizará las instalaciones. En otras palabras, distribuir los diferentes servicios de manera que se pueda prestar la mejor asistencia a los pacientes es algo que excede los límites de la arquitectura y la gestión económica.

Volviendo a la gestión de proyectos, utilizar soluciones informáticas puede ser un gran avance, siempre y cuando sean comprendidas y utilizadas adecuadamente por el personal implicado, que debe recibir respuestas y soluciones a sus preguntas o problemas. Por ello, el diseño del proceso de adopción debe incluir ciclos de recogida de información, tanto formales como informales. Sesiones de discusión, encuestas o incluso el empleo de pruebas de software por parte del staff técnico son algunas de las alternativas.

Evaluar programas de diferentes empresas

A la hora de evaluar distintas alternativas, lo más probable es que la mayoría de compañías ofrezcan un servicio básico similar, por lo que este apartado no te servirá para decidirte por unas u otras. Sin embargo, si profundizas en las condiciones que te ofrece cada uno, observarás que sí que existen diferencias. Algunas presentarán algoritmos más complejos o utilidades concretas que te ayudarán a ejecutar las tareas más complicadas.

Por ejemplo, en el caso de ITM platform presentamos la funcionalidad de comunicación de equipo integrada en cada uno de los paneles de trabajo de la herramienta.

Otra importante tendencia, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, es la adopción de plataformas de comunicación por equipos como slack. Esta empresa está buscando transformar la comunicación empresarial mediante la adaptación del modelo tradicional de las salas de chat a las necesidades de una organización moderna. Entre los aspectos más interesantes se encuentra el hecho de que, de manera semejante a cómo funcionan los gigantes de Facebook o Google, slack está abriendo un ecosistema de apps.  Cada usuario puede ejecutar apps desarrolladas por terceras partes con sencillos comandos de texto introducidos por la barra invertida. Mientras que algunas son de tipo humorístico, como la que te permite enviar imágenes animadas tomadas de giphy, otras herramientas pueden resolver cálculos rápidos o recuperar información concreta que un miembro de otro departamento necesite, sin necesidad de abrir otra ventana. El aumento de productividad es evidente.

Considera la integración de software

Independientemente del sistema que elijas, debe integrarse en tu flujo de trabajo y ser accesible la mayor parte del tiempo a todos los integrantes de tu equipo.

Por eso, lo ideal, es un software en la nube que permite la sincronización de toda la información en cualquier momento y en cualquier lugar y al mismo tiempo permite realizar el mayor número posible de tareas sin salir del propio software.

Cuantificar el impacto para tu empresa

Introducir el uso de soluciones online para la gestión de proyectos supondrá indudablemente un cambio positivo para tu empresa. Aunque en los primeros días habrá que realizar un esfuerzo adicional para aprender a utilizar este software, pronto comprobarás que su uso sencillo e intuitivo tiene mucho que aportar.

Puede que tengas la sensación de que se ha incrementado tu eficiencia y productividad. Sin embargo, hasta que no lo cuantifiques no podrás saber exactamente cuánto te aporta la nueva herramienta.

En el caso de ITM Platform, la transición es muy sencilla. El proyecto está en la nube, ofrece una variedad muy amplia de funciones y es escalable para que no pagues por nada que no necesitas. ¿Por qué no lo das a probar a tus gestores de proyecto?

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Juan Delgado Moraleda

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