juguetes infantiles

La industria de la formación de profesionales ha experimentado profundos cambios de tendencia durante las últimas décadas. Antes de la llegada del internet, la formación presencial en las empresas era impartida de forma presencial por consultores que usaban métodos pedagógicos muy parecidos a los que se podían ver en las aulas de los colegios. Más allá de los ejercicios por equipos y las sesiones de trabajo en grupo, más horizontales, los instructores y “coaches” (o formadores) eran la autoridad y la fuente de sabiduría, conocimiento y experiencia.

 

¿Qué ha cambiado en el ámbito de la formación de profesionales?

Hoy en día, casi todos los cursos de formación más corrientes se han sustituido por experiencias online debido al bajo coste de producción para los vendedores, así como al poco tiempo que recorta del horario de los empleados. Un técnico de Recursos Humanos siempre tendrá en cuenta las ventajas que aporta el hecho de que sus empleados puedan seguir un curso a su ritmo, en lugar de interrumpir la rutina laboral de un grupo entero de empleados para meterlos a todos en una habitación y tenerlos sentados, escuchando a alguien hablar sin poder avanzar en su trabajo.

La percepción ha cambiado de forma radical: si necesitas absorber algún conocimiento o revisar algún requisito formal de la formación, basta con cursos online, que además suelen ser menos aburridos que las formaciones presenciales corrientes. Además, se pueden adaptar mejor a las necesidades de cada aprendiz.

Sin embargo, no todos los cambios son para bien: muy a menudo, las formaciones online se han diseñado de forma pobre, siguiendo los principios básicos, tan abusados, de la repetición y el aprendizaje pasivo. El gurú de la educación y fundador de la Schank Academy, Roger Schank, tiene bastante razón cuando señala que la mayoría de proveedores de formación online están ignorando los principios del aprendizaje a través de la práctica (learning by doing).

Roger Schank es el autor de numerosos libros y artículos referentes a la educación, tales como Enseñando a pensar o Aprendizaje virtual: un enfoque revolucionario para formar equipos de trabajo altamente capacitados. El autor sostiene que el sistema educativo de hoy en día fue creado para las élites y que las cosas realmente útiles, como buscar trabajo, no se enseñan. Para poder derrocar este sistema tan arcaico, Schank ha llevado a cabo numerosos proyectos e iniciativas, entre los que destaca el MBA que ofrece la Universidad de Barcelona de Lasalle y cuya característica principal es un programa único basado en escenarios empresariales reales (Scenario Centered Curriculum).

imagen de Roger Schank

Roger Schank dixit: “El aprendizaje ocurre cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”

En cualquier caso, lo que está claro es que el ecosistema de la formación profesional nunca volverá a ser lo que era. Hoy en día, si quieres justificar el gasto de miles de dólares en una formación presencial, debe haber una razón detrás. Es necesario proporcionar experiencias de aprendizaje excepcionales, que sean memorables, que cambien la perspectiva de las personas y que tengan un impacto claro en cómo los "aprendices" aplican esa experiencia a su trabajo.

Formación en gestión de proyectos

La gestión de proyectos ha seguido la misma línea que los casos anteriores. Existe una gran cantidad de requisitos formales, en concreto con respecto a las certificaciones, que se pueden cumplir con cursos a menudo tediosos. Pero todo el mundo sabe que aprenderse el PMBOK de memoria no nos convertirá, por arte de magia, en un gestor certificado de proyectos: aún necesitaríamos miles de horas de práctica. Y aun contando con esa experiencia, llevar a cabo proyectos sigue siendo todo un reto para las mentes más brillantes, por no hablar del reto que supone llevar una oficina de gestión de proyectos.

El trabajo puede ser tan abrumador (hasta para los más experimentados), que la formación adicional es muy habitual. Esta formación adicional no hace ningún daño y, de hecho, traer a la oficina a un buen coach puede ser una manera excelente de sacar a la luz problemas o percepciones que pueden no ser del todo obvias… quizás porque existen dinámicas de poder que silencian algunas opiniones, o simplemente porque nunca nadie llega a tener una imagen completa del trabajo que realiza todo el mundo.

Entonces, ¿A qué se parece una experiencia de formación en administración de proyectos excepcional y memorable?

Un buen ejemplo es la moda de la ludificación (gamification) o “juegos serios”. Estos juegos serios están diseñados con un propósito en lugar de por mero entretenimiento.

Un buen ejemplo sería el de enseñar las complejidades y elaborar dinámicas de SCRUM con simulaciones de LEGO, como el modelo desarrollado por Alexey Krivitsky.

Krivitsky no es el único que utiliza bloques de construcción para representar y simular ambientes de trabajo. La importancia de LEGO como conductor de juegos serios es tal que se ha registrado el método LEGO Seriousplay.

Se trata de una muy buena forma de investigar más a fondo las percepciones y los modelos mentales de los participantes y, por lo tanto, de ayudar a resolver conflictos superficiales e inconscientes sobre creencias o prioridades entre miembros de un mismo equipo. Cuando estas diferencias se hacen evidentes, es mucho más sencillo hablar sobre ellas y llegar a soluciones creativas.

De hecho, LEGO Seriousplay se ha utilizado para ayudar a los equipos de proyecto con reuniones iniciales de puesta en marcha que sean fáciles de recordar porque los miembros pueden compartir, discutir, usar metáforas, idear y negociar utilizando la mediación de los modelos que han construido durante la propia sesión.

Enseñar gestión de proyectos a través de juegos serios es una tendencia en sí misma, ya sea enforma de investigación específica dedicada a la generación de pautas y a ampliar su práctica, o como juegos en línea muy completos y entretenidos como o Unlock.

Escena del juego de gestión de proyectos Unlock

Escena del juego de gestión de proyectos Unlock

El mundo laboral es muy competitivo, pero los profesionales en gestión de proyectos cuentan con una gran cantidad de recursos al alcance de su mano, incluyendo la posibilidad de usar ITM Platform para enseñar gestión de proyectos a través de prácticas reales con una herramienta puntera.

Es lo que ya están haciendo nuestros partners educativos, incluyendo muchas instituciones líderes, tales como la Universidad de Barcelona, el Instituto Tecnológico de Monterrey y UTFPR, la universidad tecnológica líder en Brasil. Todos ellos están simulando PMO con ITM Platform, para que sus estudiantes fortalezcan sus capacidades en gestión de proyectos:

  • Coordinar el trabajo de proyectos
  • Nivelar los resultados de los proyectos con las estrategias de negocio
  • Mantener a todos sincronizados
  • Obtener datos sobre el progreso de los proyectos al instante
  • Colaborar en un entorno compartido a tiempo real
  • Distribuir las responsabilidades según las diferentes labores

Si estás interesado, entra en la página de nuestros partners educativos o solicita información sobre las ventajas de cursos de formación dentro de las propias empresas con ITM Platform mandando un email a info@itmplatform.com

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icono de reparación plana. concepto de servicio mecánico. creación de sitios WebLa mayoría de los estudios así lo concluyen: los intentos de producir cambio en las empresas desembocan a menudo en el fracaso. Según un estudio realizado en el año 2013 por The Katzenbach Center, de Price Waterhouse Coopers afirma que el éxito de las iniciativas de cambio solamente se alcanza en el 54% de los casos.

Los errores en estos intentos de gestión del cambio no solamente suponen un gasto económico y personal que no produce ningún tipo de beneficio, sino que sientan el precedente de un cambio fallido. Esto genera en los trabajadores una predisposición negativa a adoptar cambios en el futuro.

 

Aprende a evitar errores de gestión del cambio con estos casos de éxito

Sin embargo, el cambio debería ser el eje vertebral de la actividad empresarial, dado que es la única forma de dar respuestas eficaces a un mundo de los negocios cada vez más volátil e impredecible. Por tanto, no debería ser algo que los líderes deciden implantar en un momento dado cuando se observa una crisis de su modelo empresarial: debería ser una actitud de mejora constante que se aplica en todo momento en el desarrollo de la empresa.

Sin embargo, las políticas de gestión del cambio siguen teniendo dificultades para su implementación. A continuación se exponen 5 motivos que pueden justificar este fracaso.

1. Falta de previsión de las necesidades

Una de las principales características que debe tener cualquier líder es la capacidad para anticiparse a los problemas. El mejor problema es el que nunca se llega a presentar y esto se consigue anticipándose a su aparición. Por ello, el cambio debe anticiparse a las necesidades reales. Los estudios de mercado y las previsiones socioeconómicas deben guiar la adopción de cambios que deberán adaptar la empresa a las necesidades de los clientes incluso antes de que éstos las presenten.

Una manera de percibir de manera temprana las necesidades de los clientes y de los trabajadores es establecer canales de comunicación efectivos. De no existir éstos, la directiva de la empresa solamente será consciente de los problemas reales que se presentan en el trabajo cotidiano cuando el problema ya sea demasiado grande. Establecer canales comunicativos adecuados permitirá que los clientes y los empleados expresen las necesidades en el momento en el que éstas se presentan, cuando el problema es todavía incipiente, no cuando el problema ya ha alcanzado un gran tamaño.

2. La estrategia de cambio no es clara o no se produce a la velocidad adecuada

Para que el cambio se pueda instaurar de una manera eficiente, es necesario que los trabajadores perciban una finalidad y un plan de acción. Si no existen o no se explican con claridad, los empleados probablemente se mostrarán reacios al cambio, dado que no entienden qué sentido tiene y no perciben una estrategia de acción adecuada.

Del mismo modo, si se intenta adoptar actitudes de cambio demasiado rápido, lo más probable es que estas iniciativas acaben en fracaso, dado que los trabajadores no serán capaces de asimilarlas adecuadamente. Por tanto, el cambio debe ser lo bastante rápido como para satisfacer las necesidades del mercado, pero lo suficientemente lento como para poder ser aplicado eficientemente por los empleados.

3. Falta de alineación entre la situación previa al cambio, las acciones emprendidas y las necesidades del mercado

Cuando se planifica la introducción de cambios, es aconsejable que los líderes recopilen todos los datos posibles sobre el estado de la empresa y del mercado. Esto permitirá conocer la situación de la empresa previamente a la aplicación del cambio, localizar los aspectos más susceptibles de mejora y planificar las acciones que se emprenderán al respecto. Por otro lado, la obtención de información debe realizarse de manera continuada durante todo el proceso de cambio, para detectar la posible aparición de riesgos y planificar la actitud a adoptar ante ellos.

Además, es conveniente considerar que hay aspectos de la empresa que no están recogidos en los números, y que difícilmente podrán estarlo. Algunos ejemplos son la satisfacción de los empleados o su grado de motivación. Para poder conocer esta información, es adecuado potenciar una comunicación cercana entre los líderes de la empresa y los trabajadores que garantice que se genera la suficiente confianza como para expresar la aparición de problemas en el día a día.

Una correcta alineación entre la situación de la empresa, los cambios que se van a introducir, los trabajadores y las necesidades del mercado aumentará las probabilidades de éxito del proceso de cambio.

4. El cambio eficaz no se lidera desde arriba, sino que implica a todos

Un cambio impuesto desde la cúpula de la empresa es poco probable que resulte eficaz en el largo plazo. Para su instauración, debe ser aceptado y adoptado por cada uno de los trabajadores.

Por ello, es conveniente la mayor implicación posible de todos los líderes a todos los niveles de la empresa, no solamente los directivos.

De esta forma, el cambio no será algo percibido como ajeno, sino que será considerado como propio y esta motivación facilitará su éxito.

5. La generación de una cultura de empresa garantiza la continuidad

La adopción de una cultura de empresa favorable al cambio, facilitará que el cambio se mantenga en el tiempo y la empresa sea dinámica, consiguiendo adoptar con mayor facilidad nuevos cambios en el futuro.

La cultura de empresa es su personalidad, por lo que si es abierta a los cambios facilitará que estos se adopten de manera constante, sencilla y con garantías de éxito.

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collection of colorful vector icons in modern flat design style on education and learning theme isolated on white backgroundLos expertos son un grupo muy deseado por directores de proyecto y, más en general, por todos los equipos de proyecto, porque pueden aportar conocimientos especializados y aplicarlos en la resolución de un problema o el análisis de una tecnología compleja.

A menudo, el conocimiento especializado convierte a los expertos en asesores de primera. Su especialización se puede dirigir a un área de conocimiento, un proceso, un sistema, un software o un equipo. La perspectiva del experto es insustituible y puede informar el contenido del proyecto, o cambiar la misma ejecución.

Cómo encontrar el equilibrio del experto

Cualquier experto al que se consulte para un proyecto habrá dedicado muchísimo tiempo a especializarse, pero pueden tener distintos perfiles, no todos de ellos académicos. Es posible que hayan trabajado durante el tiempo suficiente como para dominar su campo en la práctica, o que hayan estudiado un área con mucha profundidad. Si son empleados de tu empresa, pueden ser programadores de software, técnicos o ingenieros, pero también contables o abogados. Fuera de tu organización, pueden ser representantes públicos, ambientalistas o académicos.

Integre expertos con su entorno de ITM Platform

¿Qué valor puede aportar un experto?

Las aportaciones y comentarios de un experto, si llegan a tiempo, pueden cambiar la dirección y el alcance de un proyecto. Puede que su comprensión de sistemas y procesos afecte al enfoque del equipo, o que puedan explicar las limitaciones del proyecto con respecto a factores ambientales condicionantes cuyas implicaciones no se conocían. En realidad, sin el conocimiento y la experiencia de expertos, es difícil saber con qué estás trabajando.

¿Cuándo pueden ser un riesgo los expertos?

Como decíamos, los expertos han dedicado muchísimo tiempo (hablamos de decenas de miles de horas) a formarse y especializarse, por lo que es posible que tengan opiniones y posiciones muy sólidas y arraigadas que no estén dispuestos a debatir. O que no tengan mucho que ver con el propio proyecto.

Por ejemplo, el experto podría dominar los detalles de un sistema técnico empleado en tu organización, pero desconocer cómo interactúa con software más moderno, como aplicaciones y API de redes sociales, o cómo se pueden integrar para ofrecer una experiencia de usuario unificada.

Por otro lado, el experto podría saber mucho sobre un producto y poco sobre la audiencia a la que te diriges. Esto entraña riesgos a la hora de tomar decisiones o de debatir cuestiones que afecten a aspectos de comportamiento demográfico.

La moraleja es que, cada vez que se trabaja con un experto, hay que tener en cuenta sus posibles sesgos y compararlos con el valor del conocimiento que vaya a aportar. Es una situación de búsqueda de equilibrio: no tomes todo lo que diga al pie de la letra, pero recuerda que podrían tener aportaciones singulares a tu proyecto.

Tácticas para hacer frente al sesgo de los expertos

He aquí algunas cosas que tener en cuenta si estás trabajando con expertos:

1. Evita todo sesgo

Ten en cuenta que los puntos de vista de un experto podrían no tener en cuenta la posición relativa de este tipo de conocimiento en el contexto de tu proyecto. Su conocimiento y todos los resultados de investigación que te comuniquen deberían servir como un complemento para el conocimiento y saber hacer del equipo.

Además, los sesgos de expertos también pueden hacer que se sesgue el objetivo de tu proyecto. ¡No permitas que se deformen los resultados y el propósito del proyecto!

2. Pon a prueba la investigación antes de validarla

Por tentador que sea involucrar al experto desde el inicio del proyecto para que ejerza su liderazgo y te ayude a guiarlo, es conveniente que no participen en las fases de ejecución. Ello permitirá que alguien distinto retome sus contribuciones e investigación, tomando los aspectos que valgan la pena y eliminado (o puliendo) los sesgos.

3. Cuenta con un grupo de expertos

Otra buena idea es contar con varios expertos para que trabajen juntos. La idea es todavía mejor si, además de tener distintas opiniones, sus perfiles son diferentes. Eso hará que las contribuciones se equilibrarán y las posibilidades de que sobresalga un sesgo individual son menores.

Aunque no sea sencillo (ni barato) encontrar dos o tres expertos, intent que tu experto, por lo menos, trabaje de cerca con tu equipo para comprender las motivaciones del proyecto y pueda aplicar sus conocimientos y experiencia de manera constructiva.

Gestionar a expertos y stakeholders absorbe gran parte del tiempo de un director de proyecto. A menudo, de hecho, los aspectos más difíciles y cruciales de un proyecto están relacionados con el liderazgo de personas, la comunicación y la integración de distintos puntos de vista.  

Este artículo ha sido escrito por Southern Cross University en colaboración con ITM Platform.

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Gestionar un portafolio de proyectos innovadorespensar ideas, diseño conceptual. ilustración vectorial. implica hacer frente a numerosas dificultades, como la instauración de una cultura de evaluación continua para poder validar la hipótesis de partida, o la difícil colaboración de equipos multidisciplinares sin experiencias previas en las que apoyarse. Para quien lidera la estrategia de innovación, el mayor desafío es contar con alguna herramienta que permita distinguir la importancia relativa de cada proyecto para poder priorizar su puesta en marcha.

Como la proporción entre ideas innovadoras y proyectos que alcanzan la fase final es muy baja, resulta especialmente importante asegurarse que se aprueban los proyectos de mayor valor. No es ninguna broma: los proyectos de innovación son muy ineficientes. Es necesario gastar tiempo y dinero a destajo hasta encontrar la idea que realmente vale la pena. Pero eso no significa que no haya que controlar cuánto tiempo y dinero se gastan, ni en qué actividades.

Empieza a priorizar tu cartera de proyectos innovadores con ITM Platform

Ese es el motivo por el cual este tipo de portafolios suelen seguir una filosofía lean: se parte de una hipótesis o idea que debe pasar por sucesivas fases de refinamiento y validación.

Así, antes de la existencia de un proyecto en fase de ejecución, existe el proto-proyecto: primero la idea o hipótesis de partida, a continuación el MVP, que exige puntos de pivotación. Cuando la hipótesis de partida no es refrendada por la experiencia real, o lo es solo parcialmente, el proto-proyecto se puede reorientar a la luz de lo que se ha aprendido.

Como la pivotación genera costes adicionales en busca de la viabilidad comercial y técnica, hay que evaluar de forma constante las propuestas innovadoras para considerar cuáles deben tener margen para generar ineficiencias y gastos adicionales hasta encontrar unos cimientos sólidos - y cuáles se descartan para que el conjunto de las inversiones sea sostenible.

Innovación y valores corporativos

Los proyectos de innovación en grandes corporaciones se suelen caracterizar por responder a una visión que va más allá del negocio, apuntando también hacia valores como la Responsabilidad Social Corporativa, la sostenibilidad medioambiental o la consolidación de la propia cultura innovadora.

Por ejemplo, una de las estrategias activas de innovación del BBVA está centrada en Big Data. Como la meta última es entender mejor el comportamiento de los clientes para proporcionarles mejores servicios, los esfuerzos se dirigen a la creación de conocimiento. Con ramificaciones importantes: el profesional clave ya no es el financiero tradicional, sino el científico de datos, que “domina la estadística, sabe programar y también entiende el negocio”. Las distintas iniciativas que emanan de la estrategia de Big Data de BBVA pugnan  por recursos finitos (aunque abundantes), por lo que Marco Bressan ha decidido concentrarse para empezar en la centralización de la información.

Por otra parte, el medio que tiene cualquier corporación para materializar una estrategia de innovación es su portafolio de proyectos. Para que el portafolio de proyectos tenga la entidad suficiente, la administración del portafolio debe ser responsabilidad explícita de una unidad corporativa, a menudo el propio comité de dirección.

En el caso de General Electric, por ejemplo, las verticales incluyen la aviación y el transporte, pero se extienden a materiales tan diferentes como el software, los servicios sanitarios o el agua.

 Una muestra de diversidad en el portafolio innovador de GE

Una muestra de diversidad en el portafolio innovador de GE

Por desgracia, como los proyectos innovadores suelen ser completamente inéditos y muy diferentes entre sí, a menudo resulta complicado saber cuáles son los proyectos a los que se va a dar atención preferente. ¿Es más importante que el proyecto produzca un retorno social o que contribuya a la modernización de la infraestructura tecnológica?

Ante la dificultad de comparar dos proyectos innovadores entre sí y saber de antemano cuál aportará mayor valor a la compañía, resulta crucial contar con un criterio para realizar elecciones complejas de forma objetiva.

Las elecciones complejas a menudo son subjetivas

Una elección compleja es aquella en la cual las alternativas se ponderan en base a más de una cualidad, de manera que no existe una alternativa óptima que supere al resto.

Por ejemplo, una familia atiende a varios factores cuando escoge a su proveedor de servicios de internet: el precio, la calidad de la atención al cliente, la velocidad de la línea y la reputación de la marca. Generalmente los servicios más económicos ofrecen velocidades más bajas, mientras que las marcas más establecidas a menudo ofrecen servicios de posventa mejorables. La decisión nunca es obvia.

Las elecciones complejas se toman a diario. A menudo, como en el caso de los proveedores de internet, la decisión final suele ser subjetiva, porque quien decide no cuenta con el tiempo necesario ni con las herramientas que le permiten decidir cuál es la opción que entrega el máximo valor. Esa dimensión precipitada de la decisión permite a los competidores apelar a las emociones y ganar con argumentos poco relacionados con el propio servicio.

Sin embargo, es obvio que quien lidere el programa de innovación de una corporación no puede dejarse llevar por las emociones. Tendrá que dar razones de sus decisiones, basarse en datos y conseguir el empuje y el compromiso de muchos equipos, que a menudo trabajan en lugares remotos.

Elecciones corporativas complejas: priorización de portafolio con AHP

Sin una técnica o método para comparar entre los distintos criterios de valor, cada elección entre proyectos es un dilema, equivalente a la elección entre valores éticos absolutos, como la libertad y la igualdad.

Aunque hay decenas de metodologías de priorización para requisitos de producto (casi ninguna funciona bien), no existen muchas alternativas en el mundo de la gestión de proyectos.

El método más conveniente para responder a las elecciones complejas que representan las alternativas entre proyectos innovadores es AHP. Son las siglas de Analytic Hierarchy Process, o Proceso de Jerarquía Analítica.

Resumiendo, AHP es aconsejable porque:

  • Ayuda a construir consenso en torno a la manera de realizar la estrategia del portafolio innovador
  • Está vinculado por definición a los criterios, valores y objetivos de negocio
  • Cortocircuita las discusiones políticas
  • Aumenta el compromiso con las decisiones tomadas, ya que todos los criterios de la corporación están representados en su justa medida.

Esta técnica permite comparar en una tabla la importancia relativa de cada criterio u objetivo, escogiendo cada vez una pareja.

Priorizar objetivos con ITM Platform

La tabla resultante no jerarquiza en términos absolutos. Es decir: no clasifica los objetivos de más a menos importante, ya que eso es una simplificación excesiva. Por el contrario, permite atender a matices que son fundamentales a la hora de atender a la diversidad de propuestas de valor que entregan los proyectos innovadores.

Por ejemplo, en el caso de un portafolio innovador se podría comparar la importancia de los siguientes objetivos:

  • Mejorar la cultura innovadora
  • Aumentar la cuota de mercado en servicios digitales
  • Modernizar la infraestructura tecnológica

Imaginemos ahora que el comité de dirección de una corporación dedica una reunión a comparar estos objetivos y discutir cuál es más importante para la estrategia y compararlos por pares. Su conclusión sería algo parecido a la tabla siguiente:

Una tabla que muestra las relaciones entre la cultura innovadora, los servicios digitales y la modernización

Aunque las matrices se pueden hacer a mano o en Excel, es conveniente contar con un software que permita calcularlo y esté integrado con la propia gestión de los proyectos.

De este modo, no solo se cuenta con un sistema que ayuda a realizar el análisis, sino que sus resultados se registran y se conectan con la evaluación de los propios proyectos.

Al vincular cada proyecto con los objetivos y los criterios que apoya, la herramienta de PPM indica qué proyectos aportan más y deberían iniciarse antes.

Por supuesto, el trabajo de evaluación de las propuestas seguirá siendo un arte difícil, así como la elaboración de las propias propuestas innovadoras, con todos los ejercicios de prospección de mercado, identificación de tendencias y apuesta incierta por el futuro.

Pero hay una base en la gestión de la información que debe ser exigible. La priorización facilitada que hemos explicado en este artículo tiene las grandes ventajas de generar consenso y apoyar la toma decisiones informadas, renegociables y fáciles de comunicar.

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operaciones monetarias, construcción de bancos, cheques, monederos y tarjetas de crédito, papel en efectivo y monedas en las manos, pos máquina. Los servicios financieros son un termómetro infalible de su tiempo

Como fuentes de financiación y garantías, la cultura productiva en cualquier época se ve reflejada en servicios como la banca comercial o las aseguradoras.

En tiempos de la colonización europea, las grandes aventuras de la exploración solo fueron posibles gracias a la emisión de préstamos por parte de los grandes banqueros de la época.

En el oeste norteamericano, a principios del XIX, los bancos funcionaban con una regulación mínima. Para generar confianza en sus usuarios, el banco era, a menudo, el edificio más sólido de toda la población. Es la época en que la comunicación remota se hacía por código MORSE y las líneas de trenes obligaron a coordinar los horarios en territorios alejados.

Vigila la aportación de tus proyectos tecnológicos al desarrollo del negocio con ITM Platform.

Hoy en día, la necesidad de confianza y garantías no ha cambiado, aunque los medios para producirla emplean la tecnología actual: la fábrica es el código.

Las entidades que prestan servicios financieros a usuarios particulares mueven trillones de dólares en todo el mundo, e incluyen principalmente a bancas comerciales y aseguradoras. La transición a usuarios cada vez más digitales ha obligado a este sector no solo a prestar servicios de banca online, sino a dar acceso a esos mismos servicios en aplicaciones móviles.

La presión sobre la banca para modernizar los sistemas de IT es enorme.

Y no se trata solamente de diseñar una aplicación atractiva y útil de banca online.

Una aplicación móvil de banca comercial solo es posible como resultado de docenas de proyectos distintos, como por ejemplo:

  • Realización de envíos de dinero a otras entidades bancarias
  • Sistema de autenticación segura mediante huella dactilar
  • Gestión de cuentas, con recuperación de la información histórica y actualización permanente con los últimos movimientos
  • Navegación de GPS para encontrar el cajero u oficina más cercana
  • Visualización de la información

Todo esto no tiene en cuenta toda la infraestructura tecnológica con la que se debe conectar la aplicación de banca online para poder lanzarse, ni las obligaciones legales y de compliance a las que están sometidas este tipo de operaciones, incluyendo la protección de datos durante su recuperación, tratamiento, almacenamiento y comunicación.

La competencia es feroz: según un informe de Ernst & Young lanzado en 2016, en la mayor parte de países encuestados, el público general confía más en los servicios de banca móvil de cadenas de supermercados o banca nativa digital a las aplicaciones de banca online de los bancos tradicionales.

Si estos proyectos no se gestionaran de manera coordinada, sería imposible garantizar el servicio. Es más, sería alocado pensar que vaya a funcionar en el momento del lanzamiento. Por eso, toda empresa de servicios financieros necesita gestionar sus proyectos de forma coordinada.

Eso significa que, sin atender a todas las repercusiones y conexiones entre la nueva aplicación y los sistemas existentes, y sin planificar los proyectos de forma coordinada basándose en dichas conexiones, en algún momento nos encontraremos con este mensaje al abrir nuestra aplicación de banca personal online:

“El servicio se encuentra suspendido por razones técnicas. Lamentamos las molestias.”

Si se llega a este punto, la coordinación ha fallado. Es hora de abandonar la gestión de los proyectos para ponerse al manejo de la crisis.

El mensaje tiene tantas causas como variaciones: problemas de login, fallos en la actualización de los datos, trabas para realizar los trámites.

Sin embargo, el resultado es el mismo: pérdida de clientes y de reputación.

Por eso, para las organizaciones que consiguen coordinar sus proyectos, en seguida aparecen ventajas competitivas. Además, atraídos por una experiencia de usuario reconfortante, los nuevos clientes llegan en bandadas. El edificio más robusto de la ciudad se ha levantado, perfectamente a la vista en cada pantalla móvil.

Los servicios financieros y la gestión de proyectos

Para evitar sustos como los de ese mensaje y construir una estrategia de entrega tecnológica robusta, la responsabilidad del CIO de una entidad bancaria no tiene nada que envidiar a la del General de un ejército. Para poder coordinar las actividades a su cargo, estos perfiles deben centrarse, al menos, en 6 grandes responsabilidades:

  • Desarrollar proyectos para todas las unidades de negocio de la organización con equipos y financiación limitada, respondiendo a menudo a demandas directas de nuevos proyectos internos
  • Contribuir a los objetivos de productividad de forma consistente
  • Liderar la digitalización del portafolio de servicios
  • Modernizar los sistemas de información, que a menudo tienen décadas. La transición es difícil, pero sin ella la velocidad de respuesta del conjunto se puede ver comprometida. Además, pueden aparecer problemas de retrocompatibilidad en cuanto existan exigencias fuertes para implementar nuevas tecnologías de cara al usuario, como el pago directo por móvil.
  • Reducir los imprevistos que impiden la planificación activa y “apagar fuegos” con eficacia
  • Utilizar medidas creíbles para saber si los equipos están trabajando en los proyectos adecuados

Las 11 preguntas sobre proyectos en servicios financieros

Estas responsabilidades exigen el acceso a información de conjunto, como la que aportan las herramientas de gestión de portafolio, y que se puede resumir en 6 preguntas básicas:

  • ¿Qué proyectos se están implementando en la actualidad?
  • ¿Cuáles proyectos están planeados?
  • ¿Cuáles son los recursos disponibles?
  • ¿Hay límites o restricciones a la utilización de esos recursos?
  • ¿Qué otros proyectos se pueden implementar con la capacidad actual?
  • ¿Cuáles son las dependencias entre proyectos?
  • ¿Cuáles son las opciones para resolver los conflictos para la utilización de recursos entre proyectos distintos?

Además, hay otras preguntas cuya respuesta probablemente exige reuniones y deliberación. Las siguientes 4 son solamente ejemplos.

  • ¿Existen propuestas de proyecto no aprobadas que merezcan esfuerzos a la vista de la situación actual, o que tengan sinergias con otros proyectos ya iniciados?
  • Dado el seguimiento de los proyectos, ¿es conveniente cancelar alguno de los proyectos en marcha?
  • ¿Los recursos se han planificado de acuerdo con las prioridades de proyecto y las competencias específicas del trabajo?
  • ¿Existe alguna revisión de objetivos y prioridades que afecte a la ejecución de los proyectos?

Para poder responder adecuadamente a estas preguntas, es preciso emplear el portafolio de proyectos de la organización como un repositorio de ideas y propuestas que se evalúan, analizan e inician de acuerdo con un ciclo constante.

En muchas organizaciones de otros sectores, el comité de dirección del portafolio está compuesto por directores de varias áreas, cada uno de los cuales aporta su visión acerca de los proyectos prioritarios. Este modelo también puede ponerse en práctica en bancos o aseguradoras; lo fundamental es encontrar el equilibrio entre los criterios de viabilidad técnica de los responsables de IT y la visión de negocio.

Sobre esos cimientos, los proyectos de digitalización, innovación y desarrollo comercial de cualquier entidad de servicios financieros estarán amparados en un sistema de gobernanza robusto y con garantías de éxito.

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