Cinco manos agrupadas que representan la unidad. papeleo, café, teléfono

Lo más importante de un proyecto son las personas. Para conseguir el éxito es necesario contar con un buen equipo y además coordinar bien sus esfuerzos.

Los proyectos requieren expertos en temas concretos en cada momento de su desarrollo. Probablemente, la composición del equipo deberá cambiar dependiendo de la fase del proyecto y de su objetivo concreto, para adaptarlo a las necesidades específicas del momento. Sin embargo, otros integrantes del equipo deberán formar parte de él desde el principio hasta el final del proyecto para garantizar la continuidad.

 

Es tarea del Project Manager conocer los recursos humanos con los que cuenta y organizarlos de la manera óptima para que el trabajo sea lo más eficiente posible.

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¿Cómo gestionar los recursos humanos?

Para gestionar adecuadamente los recursos humanos de un proyecto, Es recomendable seguir una planificación estructurada en fases. Estas se resumen en el siguiente diagrama y se desarrollan a lo largo del artículo.

Pasos para gestionar un equipo

Planificación de recursos humanos

En caso de no contar con un equipo preformado, el primer paso es identificar las necesidades que se deben satisfacer. De cara a seleccionar el equipo de trabajo o contratar a trabajadores es fundamental tener claro qué resultados se desea conseguir. Así, se podrá contratar a los trabajadores idóneos para la tarea que tienen que desempeñar.

En caso de contar con una plantilla ya establecida, se puede omitir este primer paso y comenzar por identificar los roles y responsabilidades que va a asumir cada uno de los miembros del equipo en el conjunto del proyecto.

Para ello deben tenerse en consideración las fortalezas y debilidades de cada uno de los integrantes del equipo y la posibilidad de trasladarlos de una tarea o equipo a otro. Incluso se debe valorar su presencia simultánea en varios de ellos, en función de cada momento.

También debe considerarse la necesidad de contar con expertos en temas concretos en momentos específicos del proyecto. Contratar personal adecuadamente cualificado es fundamental para conseguir un producto final de la calidad deseada.

Otro objetivo de la gestión de recursos humanos es que todos los integrantes del equipo puedan dar lo mejor de sí mismos y tengan una carga trabajo adecuada. No demasiado baja, dado que supondría un mal uso de los recursos; pero tampoco concentrada en algunos trabajadores, para evitar que realicen mal las tareas por estar sobrecargados, sean víctimas del estrés o terminen quemados.

Un aspecto a tener en cuenta es el impacto que pueden producir sobre el proyecto los riesgos que se presenten durante su desarrollo. No solamente se debe prever su influencia sobre el coste económico y temporal del proyecto sino también sobre los recursos humanos.

Por otro lado, también debe tenerse en cuenta el aspecto más humano de las relaciones interpersonales. Previamente a la decisión de incorporar a una persona al equipo se deben considerar las relaciones interpersonales preexistentes con el equipo y las posibles barreras de comunicación que se puedan presentar.

A todo este conjunto de planificación se le conoce con el nombre de organizational inputs o planificación de recursos humanos.

Dado que, como se puede observar, la organización de los recursos humanos de un proyecto es un proceso complejo, se puede realizar de una manera más rápida y sencilla si se cuenta con plantillas y listas de comprobación o checklists que permitan automatizar hasta cierto punto los pasos a seguir.

Establecimiento de utilidades de organización

Una vez establecido qué personas van a integrar los equipos, cómo se van a organizar y qué debe hacer cada uno de ellos, es fundamental que todo esto quede plasmado en diagramas y gráficos que permitan que todo el mundo sepa qué debe realizar en cada momento.

Asimismo es muy importante contar con sistemas de trabajo informatizados y en la red que permitan aprovechar al máximo las nuevas tecnologías tanto para el trabajo individual como para el trabajo en equipo.

Del mismo modo que se establece qué personas van a integrar los equipos, también se debe decidir antes del comienzo del proyecto la sistemática de trabajo que se va a utilizar y el apoyo tecnológico con el que se cuenta.

Formación y actualización

Durante el desarrollo del proyecto, las circunstancias económicas, sociales y de mercado experimentarán cambios. El equipo debe estar sometido a un constante reciclaje, adquiriendo permanentemente nuevas habilidades y perfeccionando las ya conocidas.

Para ello, es fundamental la interacción entre los integrantes del equipo y la realización de tareas de capacitación, entrenamiento, asistencia a cursos...

Gestión del equipo

Finalmente, para que el proyecto pueda ejecutarse correctamente y conseguir un resultado que satisfaga a los clientes, se debe realizar una gestión adecuada.

Para ello, es necesario que el Project Manager y el director del proyecto tengan capacidad de liderazgo, sepan sacar lo mejor de cada persona, consigan resolver adecuadamente los conflictos interpersonales que puedan surgir durante el desarrollo del proyecto y, al mismo tiempo, mantengan al equipo motivado.

Al mismo tiempo, deben realizar una monitorización exhaustiva de los resultados obtenidos en cada una de las fases y ciclos del proyecto. Sólo así podrán realizar un análisis de debilidades y fortalezas y realizar modificaciones en tiempo real que permitan alcanzar el resultado deseado con el coste en tiempo y dinero previsto inicialmente.

Como has podido comprobar, para realizar una adecuada gestión de los recursos humanos, resulta de gran ayuda contar con las herramientas adecuadas que te permitan organizar al personal de la manera más eficiente.

Del mismo modo, deben potenciar el trabajo colaborativo, tanto presencial como remoto y facilitar la comunicación e intercambio de información entre los integrantes del equipo.

Todo ello, no solamente conseguirá mejorar el rendimiento y la productividad del equipo sino que permitirán que el Project Manager pueda concentrar su atención y esfuerzo en coordinar al equipo, sin hacer papeleos y gestiones innecesarias.

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Edificios rodeados por una carretera y un helicópteroLos proyectos se realizan dentro de una organización cuya cultura, estilo y estructura influyen en la forma en que se llevan a cabo dichos proyectos. Los directores de proyecto deben ser conscientes de esta realidad y adaptarse a los factores ambientales de la organización donde el proyecto se desarrolla.

Vale la pena comenzar por una advertencia: no hay que confundir los factores ambientales de un proyecto con las consideraciones sobre el impacto medioambiental de las actividades de una organización, que son especialmente importantes en el caso de obras públicas o actividades industriales que derivan en desechos químicos y otras formas de contaminación. Mientras que dichas evaluaciones se circunscriben a ciertos ámbitos de actividad y están altamente reguladas en la mayor parte de los países desarrollados, los factores ambientales existen siempre, en todos y cada uno de los proyectos que se ejecuten: desde un proyecto interno de pequeño alcance hasta un macroproyecto de cientos de millones de dólares de presupuesto.

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Efectivamente, la noción de factor ambiental de un proyecto es mucho más general, refiriéndose a todas las circunstancias que rodean al proyecto durante su ejecución. Así, podemos considerar como factores ambientales todas aquellas condiciones que escapan del control directo del equipo del proyecto y que influyen positiva o negativamente en el mismo, restringiéndolo o modificándolo. Todas estas condiciones deben considerarse en la gestión del proyecto y varían notablemente en tipo y naturaleza dependiendo de la organización.

Como referencia, los principales factores ambientales que pueden afectar a la gestión de proyecto se pueden clasificar en los tres ejes de organización, recursos humanos y sistemas tecnológicos.

Factores ambientales inherentes a la organización

  • Visión, misión, valores, creencias y expectativas compartidas de la organización
  • Cultura, estructura y gobierno de la organización
  • Disponibilidad y distribución geográfica de instalaciones, recursos, infraestructura y materiales
  • Estándares de la industria o gubernamentales que afectan a la organización
  • Normas, políticas, métodos y procedimientos internos

Factores ambientales de tipo humano

  • Los recursos humanos existentes, sus habilidades y conocimientos
  • Gestión de personal, sistemas de motivación e incentivos
  • Percepción del liderazgo, jerarquía y relaciones de autoridad
  • Tolerancia al riesgo de la organización
  • Las partes interesadas en el proyecto, o stakeholders.

Factores ambientales de tipo tecnológico

  • Entornos operativos y sistemas de autorización de trabajos de la compañía
  • Los canales de comunicación formales e informales establecidos en la organización
  • Las bases de datos disponibles
  • El sistema de información para la dirección de proyectos

Además también se pueden clasificar los factores ambientales de un proyecto entre factores internos y factores externos. Mientras que los factores internos serán estables para cada organización independientemente del proyecto, los factores externos son más cambiantes y exigen una atención analítica superior por parte de quien dirige el proyecto. Por ejemplo, la localización del proyecto en un país en el que nunca se ha trabajado expondrá a un entorno regulador desconocido, generando muchos riesgos sobre la viabilidad jurídica, el marco laboral, etc.

En cualquier caso, es fundamental que cada organización conozca cuáles de los factores internos actúan como condiciones limitantes y cuáles son impulsores de los proyectos. Es conveniente que este análisis esté compartido

En la gestión de proyectos es posible influir en aquellos factores más cercanos y directamente relacionados con la gestión, como son los recursos o los sistemas de información para la dirección de proyectos, pero será mucho más complicado poder afectar a factores culturales y ambientales más generales o externos a la organización. Así, por ejemplo, aunque pueda parecer que la cultura de la organización es un factor flexible y que se puede moldear con facilidad, es necesario tener siempre en cuenta la inercia producida por la resistencia al cambio y cómo dicha cultura no es una idea abstracta, sino que se inscribe en las prácticas cotidianas de todos los miembros de la organización.

Cambiar los factores ambientales de tipo cultural que más perjudican una eficaz gestión de los proyectos puede ser mucho más largo y costoso que decidirse a apoyar dicha gestión con nuevos sistemas de información. A su vez, la adopción de nuevos sistemas de información puede servir como catalizador desde el cual modificar el aspecto conductual de los factores humanos, incidiendo en la cultura empresarial desde su base.

En todos los casos, el director de proyecto deberá ser consciente de estos factores y actuar en consecuencia, incluyendo entre los riesgos del proyecto aquellos factores ambientales perjudiciales sobre los que no pueda ejercer algún control y comunicando a todo su equipo la importancia de estar alerta sobre señales que indiquen la activación del riesgo o el cambio en las circunstancias ambientales.

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