Cuatro manos de color que forman un círculo

 

Ágil es un método flexible de trabajo mediante el cual las empresas pueden facilitar a sus empleados trabajar cómo, cuándo y dónde quieran, con mucha resiliencia y pocas limitaciones, para estimular su trabajo y proveer del valor del “mejor de la case” con la conformidad de sus clientes. Utiliza tecnologías de la información y la comunicación para permitir a las personas adaptar sus necesidades sin tener que ajustarse a las ideas tradicionales de cuándo y cómo deben completarse las tareas. Todo ello se encuentra sustentado por la idea de que el trabajo es una actividad que hacemos, en lugar de ser un lugar al que vamos.

 

Comienza a trabajar con un portafolio híbrido gracias a ITM Platform

Las herramientas avanzadas que los clientes piden, minimizan los costes, mejoran la sostenibilidad e incrementan la productividad.

¿Cuáles son los objetivos del trabajo ágil?

El reclamo clave de un modelo de trabajo ágil es que este método da lugar a una situación en la que todos salen ganando. Ofrece muchos beneficios, tanto para los empleados como para los empleadores, que comentaremos a continuación. Se trata de algo más que hacer la vida de las personas más cómoda y flexible: en última instancia, un modelo de trabajo escalable puede llegar a resultados que son difíciles de lograr en entornos de trabajo tradicionales.

Kanban - gestiona proyectos ágiles con ITM Platform

Una vista de proyecto ágil con ITM Platform

Pero, ¿cuáles son los objetivos y los resultados obtenidos al implementar metodologías ágiles en tu lugar de trabajo?

Mayor adaptabilidad: la organización al completo tiene la capacidad de ser mucho más flexible y responsable ante las necesidades y situaciones de cambio cuando los miembros de un equipo no están ligados a un lugar o a unas horas de oficina fijas. Por ejemplo, si los empleados se encuentran en diferentes zonas horarias, proporcionar horas de atención al cliente o trabajar durante un día entero para entregar un trabajo a tiempo se convierte en una tarea mucho más sencilla.

Productividad del empleado: cuando los negocios miden el rendimiento según la actividad y el resultado, en lugar de medirlo según el tiempo empleado físicamente en un escritorio, los trabajadores se sienten más motivados para emplear su tiempo en tareas importantes para cumplir con los objetivos organizativos, mejorando sus horarios en los momentos en los que su energía y productividad personal están en su nivel más alto.

Según estudios recientes, los empleados sin ubicación fija son más productivos y entusiastas que aquellos que trabajan in situ. Y, cuando los empleados están relajados y comprometidos con su trabajo, se crea un ciclo de retroalimentación que lleva a un alto rendimiento organizativo y capacidad de respuesta: cuando los empleados finalizan más tareas, tienden a estar dotados activamente de dotes de gestión y la empresa entera obtiene beneficios de ese hecho. Agile Training te enseña a aplicar mejor las metodologías ágiles en toda tu organización.

La Red de Empresas para la Igualdad y la Inclusión (The Employers Network for Equality & Inclusion – ENEI en inglés) describe lo siguiente en su guía sobre el trabajo ágil: “En el lugar en el que los trabajadores tienen la autonomía y la capacidad de elegir dónde y cuándo trabajan, se fomenta una cultura que elimina las medidas artificiales del éxito como, por ejemplo, el tiempo y la asistencia, centrándose en el trabajo en sí y en los resultados.”

Además, según el ENEI, no todos los puestos se pueden adaptar a la flexibilidad de las metodologías ágiles. De hecho, la mayor parte de los puestos de trabajo no pueden incorporar esa flexibilidad en ninguna de las 4 categorías siguientes: tiempo, fuente, labor o ubicación/modo de producción.

Beneficios de la gestión de proyectos ágil y de su integración en metodologías híbridas

En los proyectos de webs o apps, las metodologías ágiles se usan, generalmente, para colaborar con nuevos clientes, pero también para acelerar la productividad y mejorar la calidad. Además, la metodología ágil tiene muchas ventajas que ofrecer a la gestión de proyectos.

Presentamos aquí los beneficios más importantes:

Colaboración: la conformidad del cliente es una de las partes más importantes en un equipo de gestión de proyectos ágil. Manteniendo a los clientes actualizados sobre el progreso del proyecto, trabajando en sus comentarios y priorizando el flujo de trabajo según sus peticiones asegurará que el cliente esté satisfecho. Un software de gestión de equipos también puede ayudar en este proceso.

Ahorro de tiempo: en un proyecto ágil, el equipo divide el proyecto en pequeños “sprints” (como las carreras de velocidad y poca distancia), que tienen que estar terminados en aproximadamente dos semanas. Este método ayuda al equipo a priorizar las tareas pequeñas e importantes y a entregarlas así en el menor tiempo posible. El tiempo ahorrado se puede emplear en tareas secundarias que mejoren la calidad del producto.

Resultados más rápidos: tras cada sprint y antes de pasar al siguiente, el equipo se tomará un descanso para comprobar su trabajo y arreglar cualquier error, recoger los comentarios de los clientes y aplicar los cambios necesarios. Ágil no se centra únicamente en el desarrollo rápido, sino que también pretende maximizar la calidad.

Altamente flexible: con ágil, nunca es demasiado tarde para los cambios. Cuando un cliente solicita una modificación importante en el diseño del producto o en la arquitectura de la información, el equipo trabajará en pequeñas iteraciones de una versión mínimamente viable con las nuevas características. Sin embargo, las peticiones de cambio en la última etapa de la producción pueden destrozar un proyecto en cascada.

Metodologías híbridas: combinación de cascada y ágil

Ágil y cascada son visiones muy conocidas de la gestión del desarrollo de software.

Mientras que la gestión de proyectos predictiva sigue un desarrollo repetitivo y es flexible, la gestión de proyectos ágil sigue un proceso de desarrollo paso a paso y necesita una planificación meticulosa. Las metodologías híbridas explotan las fortalezas de ambas para conseguir atender a un calendario de proyecto predefinido donde la gestión de las tareas sigue una filosofía más distribuída.

Alrededor del 23% de las empresas han experimentado que, al usar principios de ambos enfoques, las ventajas son mayores que al elegir uno de los dos. La  combinación de modelos de gestión de proyectos en cascada tradicional con principios ágiles se denomina una "metodología híbrida”.

Entre los que más adoptan ágil, se encuentran los desarrolladores de software. Sin embargo, para elaborar presupuestos, planificar y configurar el hardware, cascada funciona mejor. Además, al integrar prácticas ágiles en procesos de trabajo tradicionales en cascada, las empresas pueden entregar proyectos de éxito antes. Por ejemplo, la planificación del proyecto se realiza en sprints, la comprobación se puede integrar en el propio desarrollo y la retroalimentación se puede hacer de forma regular. Puedes hasta modificar el método en cascada, organizando retrospectivas que usan tablas Kanban hacia un modelo híbrido.

Es importante puntualizar que la elección de las características del marco híbrido puede variar según el proyecto. Los marcos híbridos no solo incluyen el uso de ambos enfoques según la fase en la que se encuentre el proyecto, sino que también incluyen opciones para adoptar prácticas ágiles en procesos en cascada.

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buque de carga en marcha visto desde el arco

La gestión de valor tradicional

Es habitual expresar el valor en el proyecto con la siguiente fórmula:

Valor (resultado) = Alcance/Coste

 

De este modo, en teoría, si queremos incrementar el valor del proyecto, tendríamos dos opciones: incrementar el alcance más que el coste o reducir el coste más que el alcance.Es decir, hablando desde una perspectiva matemática, no habría ninguna objeción contra estas dos posibilidades, ya que la fórmula inicial las habilita.

Sin embargo, es aquí donde surge el problema. Como muy bien sabemos, la gestión de proyectos es el arte y la ciencia de producir resultados que nunca antes se habían conseguido (algo que es bastante alucinante, si te paras a pensarlo). Desafortunadamente, la sencillez de esta fórmula de valor no llega a captar la complejidad y la dinámica del proyecto, lo que sería en cierto modo equiparable a intentar predecir el tiempo aplicando las leyes de la termodinámica.

En otras palabras: explorar otras opciones para incrementar solamente el alcance no garantiza un incremento del valor, pero tampoco lo garantiza una reducción del coste sin observar detenidamente el impacto que tendría en el alcance actual.

El éxito de un proyecto se puede medir en términos de la exactitud/satisfacción con la que consigue alcanzar el resultado deseado en el tiempo y coste de entrega predeterminados. Esos términos se expresan en forma de objetivos de proyecto. Todos los proyectos tienen prioridades distintas que vienen establecidas entre estas limitaciones y los requisitos del proyecto se ordenan para centrar el proyecto en un objetivo principal: hacer lo correcto.

Mientras que el enfoque más tradicional proporciona una buena línea base para establecer parámetros amplios para la gestión de valor, si seguimos las «tácticas matemáticas» a ciegas podríamos acabar olvidando o perdiendo valor crítico.Webinario ¿Cómo optimizas el valor de tus proyectos?

El valor del proyecto más allá  de los parámetros habituales

Tradicionalmente, hemos defendido y monitorizado el éxito y la prestación del proyecto en forma de Alcance (requisitos implementados), Tiempo (los resultados del proyecto obtenidos a tiempo), Coste (costes del proyecto vs presupuesto inicial) y Calidad (KPI alcanzados). Los proyectos que cumplen estos objetivos se han considerado exitosos y, de este modo, han solido generar el valor esperado para la organización y su negocio.

Aunque estos parámetros otorgan una buena indicación del rendimiento del proyecto, suelen fallar a la hora de mostrar una imagen completa del valor esperado o creado por un proyecto.

Esta es la razón por la que es cada vez más importante hablar sobre el valor en sus propios términos, en lugar de tratarlo como un producto de los parámetros citados anteriormente.

El PMI ® ha reconocido esta realidad en varias de sus ediciones. Cojamos, por ejemplo, la definición de valor de negocio en el glosario de la 5ª edición del PMBOK, donde se establece que el concepto es único para cada organización e incluye tanto elementos tangibles como intangibles.

Cuando comenzamos a considerar el valor como la razón por la que hacemos lo que hacemos, la gestión de valor se convierte en un proceso central que conduce al éxito del negocio. El último informe Pulse of Profession de PMI® muestra que las organizaciones que aplican una articulación de beneficios (gestión de valor) obtienen mejores resultados en sus proyectos.

Además, definir los objetivos del proyecto en función de esos términos tiene un impacto en cómo se organiza, gestiona y pone en marcha la dirección del proyecto en la organización.

Algunos ejemplos de una gestión de valor pobre

Exposición del problema:

El director de proyectos no pudo informar sobre los KPI necesarios para un seguimiento financiero más completo del proyecto debido a cómo se había estructuado el cobro de costes en el sistema ERP para las operaciones de la organización. Ello genera un costo adicional para el proyecto, ya que la información de costso tiene que ser recopilada manualmente y sintetizada desde el equipo del proyecto.

Diagnóstico

Hubo una falta de alineamiento con la matriz de la organización, lo que dificultó que se pudiese medir el valor del proyecto con exactitud.

Exposición del problema:

El director de proyectos priorizó el rendimiento en la entrega (tiempo) sin tener en cuenta cuáles eran las necesidades prioritarias del cliente. El proyecto mostraba avances excelentes a la vez que aumentaban las quejas del cliente.

Diagnóstico:

En este caso, el seguimiento de valor no incluyó algunos de los valores que el cliente esperaba que se desarrollasen en el proyecto.

Exposición del problema:

El modelo de informe del proyecto no cumplía con las necesidades de información de negocio de la organización y las partes interesadas para información comercial, obligando al equipo de proyecto a trabajar más.

Diagnóstico:

Esta situación suele ocurrir cuando no hay procesos estándar que monitoricen el valor del proyecto sobre el equipo de trabajo.

Exposición del problema:

Otro proyecto puso en marcha un número de actividades con el objetivo de cumplir el plazo límite, pero sin tener en cuenta cómo podría impactar el considerable impacto negativo sobre el flujo de caja en el rendimiento de la empresa.

Diagnóstico:

Esta podría haber sido una estrategia aprobada desde el principio para la ejecución del proyecto, pero ¿y si no lo hubiese sido? Las empresas sólidas se esfuerzan por que las operaciones financieras sean eficaces, es decir: incrementar la liquidez para así poder reducir el coste de capital, y de este modo disponer de efectivo para cubrir los gastos y la inversión en nuevas operaciones.

Estructurar la gestión de valor

Tal vez te preguntes qué es lo que tienen en común estas situaciones y qué tienen que ver con la gestión de valor. En todos esos casos, un proceso de gestión de valor estructurado en las operaciones end-to-end habría ayudado a los proyectos a evitar la situación o, al menos, minimizar el impacto en el proyecto.

Si bien no hay un error común a todos los ejemplos, un enfoque más holístico para entender el valor del proyecto al principio y una mayor coherencia al gestionar la generación del valor durante el ciclo de vida del proyecto pueden ayudar a identificar desalineaciones entre las partes interesadas y entre los intereses de productividad del director de proyectos y de la organización.

¿Qué entendemos por valor de negocio?

Más información en nuestro webinario: ¿cómo optimizas el valor del proyecto?

Volvamos a esta noción tan importante. Ya hemos visto que, para poder entender el valor de negocio de un proyecto, debemos ponerlo en contexto con la organización y su misión, estrategia y objetivos. Además, tenemos que tener claro el ambiente en el que opera: clientes, competencia y consideraciones reguladoras y legales. Para ello, debemos preguntarnos cómo trabaja la organización, es decir, qué procesos sigue, qué herramientas emplea, cuáles son los recursos y competencias que tiene la organización y cómo está estructurada y dirigida.

El valor de negocio esperado se expresa exclusivamente para cada proyecto con objetivos tanto tangibles como intangibles en varias dimensiones relacionadas con la estrategia de la compañía, los objetivos del negocio, los clientes, la disponibilidad de los recursos, las mejoras de funcionamiento o el desarrollo de la competencia, por nombrar algunas de ellas.

Por supuesto, los aspectos financieros son cruciales, aunque no sean suficientes por sí mismos. El rendimiento financiero del proyecto debe utilizarse para medir el éxito del proyecto, así como deben emplearse métricas financieras muy rigurosas para medir el valor del proyecto (y su visibilidad). Por lo tanto, es crucial que el director de proyectos entienda bien cómo afectan los resultados del proyecto tanto a los datos financieros de la empresa como a los del proyecto, para así poder dirigirlo y poder tomar las decisiones apropiadas cuando sea necesario.

La creación de valor de las empresas más sólidas empieza con una planificación comprensiva y con una planificación estratégica a nivel de la compañía que después se desglosa en una cartera de iniciativas fundamentales de negocio que se consolidan mediante la ejecución de programas o proyectos.

Captar el valor de negocio del proyecto es un trabajo muy complejo de recopilación y comprensión de su contexto completo. Desafortunadamente, con frecuencia muchos directores de proyecto no son autosuficientes en este tipo de actividad por carecer de información pertinente, ya sea debido a la falta de una comunicación apropiada, a encontrarse en un silo organizacional, o, en el peor de los casos, debido a que se trate de información clasificada o que se encuentre por encima de nivel su autoridad.

Para el director de proyectos dirigir eficientemente un proyecto significa, con frecuencia, darse cuenta de qué es lo que no sabía sobre el proyecto y resolver muchas incógnitas. Por supuesto, esta puede convertirse en una tarea abrumadora sin unas políticas adecuadas de intercambio de información, que respeten una cultura de colaboración e interacción con los interesados y que ayuden a dirigir los recursos en la dirección apropiada.

Como conclusión: puede que no tengas implantada una estructura y unos procesos organizativos para poder seguir de cerca o garantizar la creación de valor en el producto. No obstante, hay unas cuantas cosas relativamente fáciles que puedes hacer dentro de tu nivel de autoridad.

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Asociación exitosa, acuerdo de cooperación entre empresarios, solución de trabajo en equipo y apretón de mano de dos empresarios En toda trayectoria profesional, existen una serie de cualidades y rasgos personales que pueden llevarte por el camino del éxito. Lo mismo ocurre en el ámbito de la gestión de proyectos: sus directores deben poseer una serie de características para poder cumplir con las aptitudes que requieren varias industrias. Con la ayuda de un software útil que facilite las demandas organizativas y metodológicas del trabajo, los directores de proyecto pueden encontrar la base necesaria mientras perfeccionan su propio conjunto de buenas prácticas.

Ya sea asistiendo a un programa en la universidad dedicado a desarrollar tus habilidades en gestión de proyectos o aprendiendo por tu cuenta los gajes del oficio con la ayuda de la tecnología, existen cualidades específicas que uno debe exhibir para tener éxito. Entre algunas de estas aconsejables cualidades se incluyen el tener una mentalidad de mentor y ser un experto en tecnología. Sin embargo, una de las habilidades más vitales para cualquier director de proyecto es la negociación. Sin ella, las estrategias de gestión de proyectos, tanto las interpersonales como las online, terminarán por fracasar, ya que llevar a cabo decisiones sabias basadas en negociaciones efectivas es la materia prima para una operación que merezca la pena.

Por qué las negociaciones importan

Negociar es un proceso crucial para la gestión de proyectos, principalmente porque se trata de una parte del desarrollo de cualquier proyecto y el software; pudiendo, además, mejorar en gran medida la producción sistemática de los objetivos del proyecto. Tanto las negociaciones informales como las formales son típicas en varios escenarios, como cuando cerramos contratos con proveedores (formal) o discutimos sobre la obtención de recursos internos (informal). Los directores de proyecto deberán saber cómo negociar y cómo hacerlo de forma adecuada por el bien de cada paso que deben seguir los proyectos de la empresa.

Las negociaciones son importantes en muchos aspectos de la gestión de proyectos: en la gestión de conflictos, en la de contratos y en la de las partes interesadas. Teniendo una gran capacidad de negociación de forma personal y en la web serás capaz exhibir tu capacidad tanto para hablar como para escuchar, mientras asientas y logras determinados límites y objetivos. Tener esta habilidad también significa que sabes cómo y cuándo cerrar una negociación, lo que puede suponer un impacto importante en el resultado del proyecto y en la clasificación online de tu empresa.

Consejos para ser un mejor negociador

Si quieres desarrollar tus habilidades como negociador, debes tener en cuenta varios consejos. Uno de ellos es que tienes que tomar siempre la iniciativa y ser proactivo con tu enfoque. Al tomar el control del proceso, tendrás la ventaja psicológica para dar forma al resultado. Muchas personas con grandes capacidades de negociación utilizan a menudo la técnica del “anclaje” mediante la cual defines tus intenciones de forma clara al principio de la conversación para que tu contraparte use tu opinión como su propio punto de partida.

Usar tu lenguaje corporal en tu propio beneficio es otro de los trucos. Varias investigaciones en el campo de la comunicación muestran que el 55% de un mensaje se transmite mediante el lenguaje corporal, el 38% con nuestra forma de hablar y el 7% con las palabras en sí. Lo que significa que tu expresión facial y tus gestos pueden hacer de ti un negociador más persuasivo y sugerente con respecto a tu punto de vista.

Las negociaciones, tanto en persona como online, son una parte diaria en la gestión de proyectos y, para las personas que trabajen en este campo, se ha convertido en un elemento vital el desarrollar habilidades de negociación efectivas para poder destacar en su trabajo, además de saber utilizar el software de organización que posea la empresa.

Autora: Lucy Wyndham

 

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Para calentar motores ante nuestro próximo webinario, tratamos con Mats Malmström la importancia del valor y la cultura de un proyecto y cómo, a veces, estos aspectos se tienen en cuenta en el último momento. Mats, consultor multitalento y fundador de LYM Consulting, cuenta con más de 25 años de experiencia como responsable ejecutivo y director de proyectos y programas.  

Hola Mats, antes de nada, déjame decirte que estoy muy contento de darte la bienvenida a nuestro blog y de comenzar con nuestra colaboración

Gracias, Jaime. Me apetece mucho trabajar con vosotros en ITM Platform.

¿Qué fue lo que más te llamó la atención de ITM Platform cuando lo viste por primera vez y qué lo diferencia del resto de herramientas?

Se han cruzado en mi camino muchas herramientas de PPM y PM a lo largo de mi carrera como administrador de proyectos y responsable ejecutivo. Algunas de estas herramientas son muy poderosas y procuran a las organizaciones la funcionalidad que necesitan para poder tener éxito a la hora de gestionar sus proyectos.

Lo que me gusta de ITM Platform es que te permite gestionar los proyectos y programas de tu empresa en un solo lugar y a un precio razonable. Su versatilidad y lo fácil que resulta usar el software hace que puedas administrar tu portfolio, planificar y monitorear tus programas y proyectos, comunicarte con tu equipo de proyecto y tus accionistas y obtener una rápida visión de conjunto del estado de tu portfolio y de cada uno de tus proyectos de forma individual. Además, con ITM Platform puedes gestionar cualquier tipo de proyecto, ya sea estructurado y/o ágil.

 “Lo que me gusta de ITM Platform es que te permite gestionar los proyectos y programas de tu empresa en un solo lugar y a un precio razonable.”

Cada empresa tiene su propia forma de trabajar, por lo que otra característica importante de ITM Platform es que lo puedes personalizar de forma fácil para que se adapte a tu proceso actual.

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Has tenido una trayectoria profesional muy larga en lo que a las Tecnologías de la Comunicación y la Información se refiere. ¿Cuál es tu experiencia en cómo este sector se relaciona con los proyectos? ¿Existen retos concretos que no encontrarías en otros contextos?

Este sector cuenta con una larga historia aplicando con éxito los principios de la gestión de proyectos. Muchas empresas tienen una alta madurez de proyectos con procesos bien definidos y, dicho esto, según mi experiencia, los principales retos para las empresas son seguir en la brecha y conseguir adaptar sus prácticas en gestión de proyectos para tener éxito en un mercado tan competitivo y agitado como el de hoy. Estas empresas han hecho grandes inversiones en sus herramientas y procesos actuales, lo que tiene el efecto de ralentizar el proceso de cambio que buscan. También he visto en varias ocasiones que el conocimiento tácito y las mejores prácticas de gestión de proyectos se han perdido como resultado de procesos de reorganización.

 “La naturaleza de los proyectos es interconectar e involucrar distintas partes de la organización en el espíritu de la innovación y la transformación para alcanzar objetivos estimulantes que quizás no sean realizables mediante las operaciones actuales”

¿Dirías que esto ha ido cambiando con el tiempo o alguna de estas cuestiones sigue preocupando a día de hoy?

Se trata de retos que tienen empresas en cualquier sector. Hoy, el entorno económico exige que la organización sea más rápida y más innovadora para poder triunfar, lo que también se aplica a la gestión de proyectos.

La clave para asegurar que tu proyecto genera el máximo valor es alinearlo con el plan estratégico de la organización y con los objetivos empresariales. La naturaleza de los proyectos es interconectar e involucrar a distintas partes de la organización en el espíritu de la innovación y la transformación para alcanzar objetivos estimulantes que quizás no sean realizables mediante las operaciones actuales. El rendimiento de un proyecto es un buen indicador sobre cómo de bien (o mal) se organiza una empresa para generar el máximo valor.

En nuestro webinario del 24 de enero analizaremos qué significa hablar del valor de los proyectos. ¿Por qué crees que este tema es tan fascinante?

El valor esperado, o quizás debería decir deseado, siempre ha sido un factor decisivo en aquello que hacemos o en cómo invertimos nuestros recursos. Organizar el trabajo en proyectos para que este se lleve a cabo ha demostrado, a lo largo de la historia de la humanidad, ser el vehículo más poderoso para crear y conducir el valor de una organización en un marco de tiempo razonable. Sin embargo, la anotación del valor varía según el tiempo y el contexto. Las empresas necesitan un enfoque sistemático para poder valorar, priorizar, monitorizar y comunicar el valor del proyecto; o, en su lugar, el valor de las inversiones. En la economía de hoy, basada en el conocimiento, es más importante que nunca asegurarse que todo el mundo entienda lo que queremos decir cuando hablamos de valor en una situación dada para contribuir a la maximización del valor del proyecto en todo momento.

He liderado equipos de proyecto multifuncionales con un enfoque constante en la creación de valor dando como resultado, por ejemplo, un plazo de comercialización más corto para nuevos productos, mejores márgenes y contratos nuevos.

 “Cuando el valor del Proyecto se percibe de forma diferente o demasiado tarde, el impacto en el resultado es desastroso.”

Quizás no parezca una prioridad… ¿crees que existen diferentes percepciones entre los empleados, los gestores de proyecto y los jefes de portfolio?

No diría que el valor esperado no es una prioridad dentro del proyecto. Lo que en ocasiones sucede es que ese valor, traducido como objetivos de proyecto, se da por hecho y la atención del proyecto se centra más en seguir la programación del propio proyecto y en apagar los posibles incendios. También he visto que el valor en los proyectos no se ha definido de forma precisa para comunicárselo de forma efectiva al proyecto y a los accionistas. Estas dos situaciones hacen que el valor se perciba de forma diferente o demasiado tarde. En algunos casos, todo ello tiene un impacto desastroso en el resultado del proyecto.

¿Qué recomendarías a alguien que quiera mejorar la cultura de los proyectos en su organización?

Resulta interesante que menciones “la cultura de los proyectos”. Este término lo asociaría con el alma de la organización ya que asegura un entendimiento común acerca del valor del proyecto y de cómo trabajar y construir las capacidades dentro de la organización para poder conseguir ese valor.

Le recomendaría empezar por entender dónde se encuentra a día de hoy y, a partir de ahí, definir cuál es la estrategia correcta para su organización. Compartiré con los que participen en el webinario una herramienta de evaluación sencilla y bastante efectiva para medir la cultura de los proyectos de la empresa.

 “Asegúrate siempre de comunicar el valor del proyecto a las partes interesadas. El peor error que puede tener un gestor de proyectos es subestimar la importancia de la comunicación."

¿Hay algún “error imperdonable” o cosas que no se deban hacer?

Diría que nunca se debe subestimar la importancia de la comunicación. Nosotros, como gestores de proyectos, pasamos más del 80% de nuestro tiempo comunicándonos. Asegúrate de comunicar de forma clara y en todo momento el valor del proyecto a las partes interesadas.

Me gustaría hablar de otro tema antes de despedirnos. Tienes experiencia en ambos lados del Atlántico, tanto en América Latina como en Estados Unidos. Sabemos que los mercados anglosajones son más maduros, pero, ¿qué has aprendido en América Latina que no hubieses aprendido de ninguna otra forma?

He conocido a muchos gestores de proyecto y de PMO con mucho éxito y altamente cualificados en América Latina que han liderado la implementación de las mejores prácticas de la gestión de proyectos en sus organizaciones. Los desafíos que encaran están relacionados con la cultura y la estructura del negocio, a veces, hacerlo más difícil para conseguir consenso sobre el valor de los proyectos y desarrollar una cultura de proyectos fuerte.

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Planificación de los recursos empresariales (ERP) módulo de flujo de construcción icono arte diseño vectorialLos ERP, o sistemas de Enterprise Resource Planning, son la categoría más amplia y compleja de software empresarial. Al estar volcados a la administración de todo tipo de recursos, deben convivir con otras soluciones empresariales más volcadas hacia el negocio, como los sistemas de PPM. En este artículo damos las claves sobre cuáles deben ser los límites de cada herramienta y cuáles son las claves para una integración sana.

En ITM Platform a menudo recibimos peticiones de integración con los ERP de nuestros clientes. En el ejemplo que sigue a continuación explicamos cuáles son las reglas de convivencia entre un software de gestión de portafolio de proyectos y un ERP.

 

Prueba ITM Platform y descubre toda la potencia del PPM que mejor se integra con tu ERP

Por qué ERP y PPM deben convivir: una historia habitual

Una gran agencia de ticketing contrata a un business controller para que realice una evaluación de los procesos internos de la compañía. Su misión es proponer mejoras orientadas a solventar los problemas de discrepancia de datos que existen actualmente entre el departamento financiero y las divisiones comerciales, que están teniendo importantes repercusiones políticas porque afectan a cuestiones tan delicadas como el cálculo de bonus a final de año.

El experto sospecha desde el primer momento que el problema está en el software empresarial que está utilizando la compañía. O, mejor dicho, en la descoordinación entre las distintas herramientas de gestión que se han adoptado en distintas áreas de la compañía, en la cual no existe la figura del CIO.

Un ERP con información duplicada es un mal ERP

Nuestro business controller descubre que nadie se ha molestado en definir flujos de información entre el ERP (una versión un tanto asilvestrada de SAP) y el sistema de gestión de portafolio de proyectos (PPM) de la compañía. La compañía está duplicando los datos que introduce en sus herramientas de gestión empresarial. La consecuencia es que existen procesos paralelos con resultados discrepantes cuyo origen es difícil de detectar. En esencia, el ERP no consigue capturar la complejidad de la estructura de costes de un proyecto, donde existen estimaciones de gasto, facturas reales, costes de horas externas e internas calculadas, reportadas y aceptadas…

A partir de ese momento, se toma la decisión de que el sistema de PPM, que está orientado a la generación de negocio, sea el punto de entrada para toda la información referente a los proyectos de la organización, de manera que los datos financieros de proyecto del PPM “manden” sobre el ERP y se eliminen las discrepancias.

Este ejemplo es un caso típico de integración entre ERP y software de gestión de proyectos: por lo general es recomendable que se dé autonomía al sistema de PPM para apoyar la solvencia de la actividad de proyectos.

 

5 Claves para la integración exitosa de un ERP y un sistema PPM

 

Aunque cada empresa tendrá distintos casos de uso y necesidades específicas, hay algunas recomendaciones claras para integrar con éxito tu ERP con un sistema de PPM.

1. Deja que cada sistema haga su trabajo

La integración de datos debe limitarse a lo que resulte estrictamente operativo. No es aconsejable diseñar una integración que resulte en una complejidad aún mayor. Por el contrario, guíate por tres objetivos básicos: evitar la duplicación del trabajo, evitar discrepancias de datos y promover la transparencia.

2. Comparte la información necesaria

En un entorno corporativo no puede haber cajas negras. Pero ten cuidado con cuánta información se comparte: cuando la transparencia es completa, el ruido informativo puede ser muy elevado, con un coste de productividad igualmente alto. Por eso, se suele recomendar no enviar al ERP más datos del proyecto de los estrictamente necesarios para realizar las tareas de administración y control financiero.

3. Escoge un PPM flexible.

Algunos sistemas de PPM solo envían información agregada sobre los costes de un proyecto, impidiendo imputar costes de proyecto a distintas partidas. ITM Platform, por el contrario, puede enviar información con la granularidad que se desee gracias a las llamadas a su API (ver documentación).

4. No esclavices a tus directores de proyectos, obligándolos a adoptar el módulo de proyectos de tu ERP.

Como puedes ver a continuación la mejor manera para integrar ERP y PPM es dejar que el ERP se encargue de la administración y que el PPM haga frente a toda la complejidad y la flexibilidad que exigen los proyectos.

5. Fomenta la colaboración entorno a los proyectos y la estandarización en el ERP

Además de integrar datos, cualquier proceso de integración tecnológica debe hacer frente a componentes de gestión humana y del cambio. Los procedimientos que se diseñen deben dejar suficiente espacio de maniobra para los expertos de proyecto, aprovechando los sistemas de comunicación y colaboración de equipos que habilite la solución de PPM. Por el contrario, el ERP suele ceñirse a procedimientos mucho más rígidos y estandarizados de obligado cumplimiento.

 

¿Qué apartados de un proyecto cubre un ERP?

A la hora de analizar los sistemas de información y los flujos de datos en los que se basa un entorno empresarial, es fundamental saber de antemano cuáles son las áreas en las que existen conexiones y posibles solapamientos entre varias plataformas.

Hay cuatro puntos en los que la capa de control administrativo del ERP entra en contacto con la realidad de los proyectos:

En todas estas áreas es crítico diseñar flujos automatizados desde el sistema de gestión de portafolio hacia el ERP, especificando en cada caso la granularidad necesaria y no enviando datos que no estén validados, como por ejemplo el coste estimado de una tarea.

 

¿Qué no puede hacer un ERP?

La percepción de que un ERP es una máquina de gestión empresarial que sirve para cualquier tipo de actividad puede ser una pesada losa para la salud de los proyectos corporativos.

A modo de ejemplo, estas son cinco áreas en las que un ERP no llega a los estándares de operatividad que debe tener un software de gestión de portafolio

  • Planificación de recursos: Aunque el ERP pueda calcular y administrar los pagos de los recursos, solamente el PPM tiene la flexibilidad suficiente para programar los esfuerzos y adaptarse al trabajo entregado a medida que éste se produce.
  • Metodología de proyectos: Las herramientas de PPM están diseñadas para ser configurables a las metodologías de proyectos en prácticamente cualquier entorno. Además, su alcance funcional es, como en el caso de ITM Platform, muy ambicioso, reuniendo en un único lugar datos financieros, de esfuerzos, planificación y gestión de riesgos, objetivos empresariales, documentación, entregables, etcétera.
  • Gestión de las tareas y acceso a team members: El contenido del trabajo es difícil de gestionar desde un ERP, ya que por lo general el número de miembros de los equipos de proyecto con acceso al entorno, así como las características colaborativas del mismo, es limitado.
  • Vista de portafolio: Los sistemas de PPM contienen indicadores y métricas de proyecto y de portafolio prediseñadas que dan una imagen en tiempo real del avance de los proyectos, además de permitir trabajar con informes personalizados exportables. Conseguir una vista semejante desde un ERP implica un enorme esfuerzo de configuración y centenares de horas de consultoría, mientras que con ITM Platform es cuestión de pocas semanas.

 

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Ventajas de conectar tu CRM con tu software de gestión de proyectos

La aplicación móvil de tu banco sería imposible sin una gestión unificada del portafolio de proyectos

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Un equipo se reúne alrededor de una mesa, trabajan en su computadora, Tablet y teléfonoEl contexto competitivo actual es siempre más duro y concurrido: hay un boom de startups innovadoras que producen auténticos quebraderos de cabeza en todo tipo de mercados y que hacen de las nuevas tecnologías una fuente de ventajas competitivas: este fenómeno es parte de lo que llamamos la “transformación digital”.

En estos mercados, las empresas necesitan ser más flexibles para adaptarse rápidamente a los cambios –a no ser que quieran hacer frente a una pérdida de ventajas competitivas con efectos potencialmente desastrosos para toda la organización.

 

Por esta razón, muchas empresas recurren a la dirección por proyectos, la única estrategia que garantiza la flexibilidad y coordinación suficientes para transformar el modelo de negocio en una máquina de competir.

Descubre la metodología para liderar con éxito una verdadera trasformación digital

Webinar: Liderar la transformación digital en 2018

 

¿Qué es la gestión por proyectos?

La dirección por proyectos es un conjunto de prácticas que traducen la estrategia de la empresa en actividades concretas (o, más precisamente, en proyectos), conectadas con los objetivos y beneficios empresariales que se desean alcanzar.

Los proyectos dejan de ser únicamente una herramienta para desarrollar servicios, para llegar a convertirse en el sistema de creación de valor para la empresa.

En la dirección por proyectos, el resultado de cada proyecto es un objetivo de la empresa, o un factor necesario para alcanzarlo. Cit

La DOP consta de cuatro piezas:

  1. Una gestión ágil del portafolio de proyectos
  2. Una oficina de gestión de proyectos con funciones estratégicas
  3. Una ampliación de la planificación de los proyectos a sus consecuencias y beneficios.
  4. Talento que combine la pericia técnica con la visión de negocio.

Si quieres saber más sobre estos puntos te consejo de leer el libro blanco: Dirección de organizaciones por proyecto

¿Cuál es el rol de la gestión por proyectos en ámbito de transformación digital?

La transformación digital de una empresa puede fácilmente volverse un proceso desordenado y caótico, una reacción a problemas de negocio u operativos sin liderazgo ni resultados. Para hacer frente a este riesgo, se necesita un mecanismo de control que permita gestionar el cambio.

Una empresa puede beneficiarse de la DOP en proyectos de transformación digital de varias formas:

  • Alineando las unidades de negocio, los departamentos y la gestión de la información, evitando dificultades de integración entre plataformas y aplicaciones en fases más avanzadas.
  • Haciendo que las soluciones tecnológicas sean más sólidas, porque se escogen considerando no solo tendencias pasajeras, sino las necesidades actuales y sobre todo las futuras.
  • Gestionando como proyectos todos los medios necesarios para garantizar la integración, de manera que no bloqueen el proceso en determinadas fases. Hay que prestar especial atención al tratamiento de los datos, incluyendo la limpieza de información y su enriquecimiento.

Ejemplos reales

No es difícil encontrar ejemplos de empresas o enteras industrias que se estén reorientando bajo la presión de un competidor con rasgos disruptores.

Si se piensa, por ejemplo, en la irrupción de AirBnB en el mercado turístico, es fácil imaginarse el tipo de transformación al que se han visto forzados los agentes tradicionales para seguir atrayendo a sus clientes.

A veces toca repensar todo el modelo de negocio: desde los canales de venta, las estrategias de precio, la identidad de marca y la estructura tecnológica. La única manera para hacerlo de forma ordenada es gestionando por proyectos.

 

Este artículo pertenece a una serie sobre la dirección de Organizaciones por Proyectos. Puedes seguir leyendo:

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Sigue leyendo aquí: 

Libro Blanco: La dirección de Organizaciones por Proyectos (DOP)

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