una mapa donde se ilustra la evaluación de la estrategia de gestión del plan de continuidad del negocio Los riesgos son una parte inherente a los proyectos. Volver la vista para otro lado no los hace desaparecer. Ser plenamente consciente de ellos, monitorizarlos, minimizarlos, transferirlos y asumirlos son las actitudes adecuadas ante los riesgos.

 

La gestión de riesgos es parte de la propia metodología de organización del proyecto y debe estar planificada al igual que el resto de proyecto. Los riesgos que se deben gestionar de manera que su efecto sobre el proyecto sea nulo o mínimo.

Por otra parte, habitualmente entendemos los riesgos como algo negativo. Estrictamente, un riesgo es cualquier cosa que tiene un efecto sobre los objetivos del proyecto. Este efecto no necesariamente tiene por qué ser negativo. También se puede concebir el riesgo como una oportunidad. Por tanto, una gestión de riesgos adecuada debe ser capaz de intentar ver el vaso medio lleno, tratando de sacar partido de las eventualidades, convirtiendo los imprevistos en nuevas posibilidades de éxito.

La gestión de los riesgos consta de cuatro fases: identificación, análisis, planificación de la respuesta y supervisión y control.

Identificación de riesgos

El objetivo es conocer los posibles imprevistos que pueden suceder durante el desarrollo del proyecto antes de que se produzcan. No solamente se debe tratar de identificar el riesgo, sino que también es importante gradarlo. Un riesgo puede influir sobre un único paso del proyecto y ser muy importante si las consecuencias para el resto del proyecto lo son. Sin embargo, otro riesgo puede incidir sobre todas las fases del proyecto de una manera muy sutil sin apenas afectar al resultado global del proyecto.

Asimismo, es importante identificar agentes desencadenantes de ese riesgo, que permitan prever cuándo se va a producir. A estos agentes también se los conoce como disparadores o triggers.

¿Cómo identificar los riesgos? Existen algunas técnicas sistemáticas para ello.

  • Realización de diagramas apropiados. Algunos ejemplos son el diagrama de Ishikawa o de espina de pescado, que sirve para identificar causas de riesgo, y los diagramas de flujo de proceso, que permiten identificar las relaciones entre los elementos de un sistema y mecanismos de causalidad.

  • Análisis siguiendo el esquema DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).

  • Recurrir a la experiencia. Si nosotros mismos o nuestro equipo contamos con experiencia en proyectos similares, debemos recurrir a ella.

 

Análisis de los riesgos

Una vez identificados, la siguiente etapa es analizar los riesgos. Este análisis se puede hacer de múltiples maneras pero, a grandes rasgos, podemos clasificar los sistemas en cualitativos y cuantitativos.

Análisis cualitativo. El más sencillo de realizar, puesto que no implica una medición exacta. Sin embargo, es también el más subjetivo e impreciso. En ocasiones se utiliza como paso previo al análisis cuantitativo para identificar qué riesgos merecen desarrollar este análisis, más completo.

Parte de la premisa de que el riesgo total se puede comprender como el producto de probabilidad de que ocurra un riesgo y el impacto que este riesgo supone para el conjunto del proyecto. En caso de que el riesgo pueda presentarse en más de una ocasión, se añade a la ecuación otro parámetro: el número de veces que está previsto que se presente este riesgo (frecuencia).

Para poder realizar un análisis cualitativo válido, es necesario formarse e informarse adecuadamente antes de emitir un juicio acerca de un riesgo. Una vez completado el análisis, se debe expresar el resultado utilizando una escala, que debe ser la misma para el análisis de todos los riesgos.

Otra posibilidad es elaborar tablas o matrices en las que se muestra de manera intuitiva y visual el impacto que puede suponer un riesgo para el proyecto y la probabilidad de que se presente. Un ejemplo de este tipo de tabla se muestra en la siguiente figura.

diagrama impacto/probabilidad

En ella vemos cómo a cada riesgo se le asigna un valor de probabilidad y otro de impacto y en la matriz se obtiene el producto de ambos. Para facilitar la identificación visual de los riesgos más importantes, se asigna una escala color a cada rango de valores numéricos.

Análisis cuantitativo. Utiliza técnicas estadísticas, por lo que requiere la recuperación de datos de tipo numérico. Para recopilar esta información, se pueden utilizar múltiples métodos. Algunos de ellos son:

  • Entrevistas a expertos. Se les pedirá que realicen una serie de valoraciones a las que se atribuyen unos parámetros numéricos con los que se operará estadísticamente.

  • Realizar un árbol de decisiones. Se realiza una rama para cada alternativa posible en cada decisión. Se debe incorporar en cada una de las ramas las probabilidades de que el proyecto transcurra por ella y los costes y beneficios que implica seguir ese camino. Tras analizar todas las ramas y todas las posibilidades, se puede tomar la determinación de escoger la que resulte más adecuada.

Del mismo modo que en los métodos cualitativos, los resultados de este análisis se deben expresar utilizando escalas o mediante el uso de matrices. De manera ideal, estas tablas deben ser las mismas para todos los análisis y proyectos, para facilitar la comparación.

Planificación de la respuesta ante el riesgo

Una vez que se conocen los riesgos y las consecuencias que tienen para el proyecto, el siguiente paso es decidir qué hacer cuando se presenten.

Las actitudes ante un proyecto se pueden resumir en cuatro:

  • Eliminación. Es la solución más deseable. Consiste en atacar directamente a la causa, por lo que se elimina el riesgo de raíz.

  • Si un riesgo no se puede eliminar, una solución posible es repartirlo. La transferencia debe interpretarse como repartir un riesgo para convertirlo en riesgos más pequeños que sean más sencillos de afrontar. No debe convertirse en volver la vista a otro lado o tratar de camuflar el riesgo.

  • Mitigación. En caso de que no se pueden evitar las consecuencias de un riesgo, se puede intentar que sean las mínimas posibles. Un golpe siempre duele menos si hay algo que lo amortigüe. Las estrategias para mitigar un riesgo deben estar planificadas previamente a comenzar a ejecutar un proyecto. Tener planificado cómo mitigar los riesgos en caso de que aparezcan dota al proyecto de una mayor estabilidad.

  • Aceptación. En caso de que el riesgo no se haya podido eliminar, ni transferir, ni mitigar, la única alternativa es aceptarlo. En ningún caso se debe actuar como si no existiera y olvidarse de él.

Por su parte, la aceptación puede ser de dos tipos: pasiva o activa.

Una aceptación pasiva implica simplemente dejar que el riesgo suceda, sin modificar para nada la actitud durante el proyecto. Una aceptación activa implica la elaboración de un plan de contingencia que se activará en caso de que el riesgo se presente.

Los planes de contingencia deben estar elaborados previamente a comenzar la ejecución del proyecto y deben comprender unos márgenes de coste tanto económico como temporal. La finalidad de los planes de contingencia es reducir el impacto de los riesgos puede tener sobre el proyecto. Poseer una cierta flexibilidad económica y temporal permite dotar de estabilidad al proyecto y garantizar que su ejecución se completará adecuadamente.

Supervisión y control de riesgos

De nada sirve haber identificado durante la planificación del proyecto que se puede presentar un riesgo, haberlo analizado y haber establecido una actitud ante él si luego no estamos atentos a cuándo se presenta realmente.

Por ello, se deben realizar un seguimiento del proyecto en busca de la aparición de riesgos o de los disparadores o triggers que anuncian su llegada. Así, se debe revisar el proyecto cuidadosamente y de manera constante. Según algunos expertos, el instrumento más potente de control de riesgos es la supervisión permanente.

Para ello, se deben realizar reuniones específicas en las que se revisen los puntos anteriormente desarrollados y se analicen en relación con el estado actual del proyecto.

Para garantizar que todos los aspectos relativos el proyecto se encuentren adecuadamente coordinados y controlados, es necesario que exista una persona responsable de involucrar a los implicados y de gestionar todos los aspectos. Esta es la tarea del director del proyecto.

Independientemente de tus habilidades para gestionar los proyectos de tu empresa, si quieres que todo lo relativo a la gestión de proyectos y de los riesgos que los acompañan esté debidamente organizado y sistematizado debes acompañar tu análisis de la utilización de una herramienta que te permita mantener en contacto permanente a todos los miembros de tu equipo, compartir información, realizar reuniones de manera segura a través de la red y otras muchas funciones.

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Dibujo con imágenes para representar el esquema : atraer, convertir, conservarPara alcanzar el éxito en gestión de proyectos, hay prácticas que todos los Project Managers tienen claro que deben ejecutar. Sin embargo, hay algunas prácticas que no se encuentran tan extendidas y que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto.

 

Conoce a tu cliente, conoce a tu mercado

Te sorprendería saber cuántos Project Managers no se entretienen en analizar quién es su cliente. Para poder realizar un producto adecuado al mercado, es necesario conocerlo. De esta manera, seremos capaces de identificar nichos de mercado en los cuales nuestro producto pueda gozar de buena acogida. Además, identificar potenciales clientes y sus necesidades permitirá adaptar nuestros productos a ellos, y garantizará el éxito de ventas.

Para conocer mejor a los clientes, es necesario utilizar herramientas comunicativas que te permiten acercarte a ellos. En caso de tratarse de un cliente claro e identificado, puede ser tan sencillo como preguntarle. La comunicación directa es el canal más efectivo y útil. Además puede servir para estrechar lazos con el cliente y generar un clima de confianza que permita conocerlo todavía mejor, mejorando todavía más su satisfacción.

En caso de ser un cliente peor definido, puedes recurrir a las nuevas tecnologías. Utiliza las redes sociales o tu página web para preguntar a los usuarios qué esperan de tu producto o qué les gustaría que mejoraras en el futuro.

Recopila información antes de actuar

La información es poder y debes recopilar todas las que puedas antes de comenzar a planificar tu proyecto. Contacta con expertos, con personas que hayan realizado proyectos similares al que vas a emprender, busca en Internet...

Aunque lo ideal sería tener experiencia propia, eso no siempre es posible. En estos casos es necesario recurrir a la experiencia de otros. Cuanta más información se encuentre disponible y más fiables sean las fuentes, mejor se podrá planificar el proyecto.

El poder de gestionar el cambio

El mercado cambia constantemente y las necesidades de los clientes también. Estos cambios se producen de manera constante y dinámica, con el proyecto ya iniciado, por lo que no se pueden prever en la planificación inicial.

Por ello, un Project Manager de éxito debe ser capaz de adaptarse a los cambios. En primer lugar deberá tratar de anticiparse a ellos, y en caso de no ser posible, deberá tener respuesta y capacidad de adaptación a ellos.

Algunos cambios serán más importantes y deberán ser tenidos en cuenta, otros sin embargo no requerirán de actuaciones inmediatas. Identificar a qué grupo pertenece cada uno de los cambios del entorno es tarea del Project Manager y realizarlo adecuadamente es una de las claves del éxito final del proyecto.

La importancia de las sesiones de control

Es muy importante reunirse con el equipo de manera habitual. De la misma forma que se debe estar atento permanentemente a las necesidades de los clientes, también se debe estar pendiente del estado del equipo: comprender cómo trabajan, qué dificultades se están presentando durante la ejecución del proyecto, si ha surgido algún imprevisto...

La comunicación directa y fluida, en el marco de un clima de confianza, permite trabajar mejor. No solamente por el intercambio de ideas y de conocimientos sino por la existencia de un ambiente de trabajo propicio para la productividad.

Gestión de riesgos

Los riesgos son todos aquellos sucesos y circunstancias que pueden influir en el resultado final de un proyecto. Pese a que no se pueden predecir con exactitud, es posible incluirlos en la planificación de manera aproximada.

Lee también ¿Qué es la gestión de riesgos? 

Se deben preparar planes de actuación para el caso de que se presente un riesgo en los que se incluyan las medidas necesarias para evitarlos, trasladarlos o mitigarlos. En el caso de que ninguna de estas acciones sea posible, se deberá aceptar su existencia y activar unos planes de contingencia.

Todo esto con el objetivo de que los riesgos que se presentan tengan la mínima influencia sobre el resultado final del proyecto.

Asimismo, en caso de presentarse riesgos no planificados, debe realizarse su análisis desde el punto de vista de la oportunidad, no del castigo. Unas circunstancias diferentes a las previstas no necesariamente tienen que ser peores, sino simplemente eso, diferentes.

Por lo que respecta a la gestión de riesgos, te remitimos a otras entradas de este blog, en las que se tratan diferentes aspectos de este tema (¿Cómo reducir la exposición al riesgo con la planificación? , Problemas y soluciones útiles en la gestión de riesgos.)

Uso de la tecnología

Apoyar todo el trabajo que se realice con los medios tecnológicos adecuados puede marcar la diferencia. Dos proyectos iguales realizados por equipos capacitados y experimentados pueden tener futuros diferentes en función del apoyo tecnológico con el que cuenten.

Utilizar sistemas de trabajo colaborativos, tecnologías en la nube, trabajo remoto… son algunas de las nuevas posibilidades tecnológicas que puedes utilizar para aumentar tu productividad.

Uno de los programas disponibles es ITM Platform. Pruébalo y descubrirás que todas sus utilidades están dirigidas a facilitar el trabajo del Project manager y a aumentar la productividad de la empresa.

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Cinco manos agrupadas que representan la unidad. papeleo, café, teléfono

Lo más importante de un proyecto son las personas. Para conseguir el éxito es necesario contar con un buen equipo y además coordinar bien sus esfuerzos.

Los proyectos requieren expertos en temas concretos en cada momento de su desarrollo. Probablemente, la composición del equipo deberá cambiar dependiendo de la fase del proyecto y de su objetivo concreto, para adaptarlo a las necesidades específicas del momento. Sin embargo, otros integrantes del equipo deberán formar parte de él desde el principio hasta el final del proyecto para garantizar la continuidad.

 

Es tarea del Project Manager conocer los recursos humanos con los que cuenta y organizarlos de la manera óptima para que el trabajo sea lo más eficiente posible.

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¿Cómo gestionar los recursos humanos?

Para gestionar adecuadamente los recursos humanos de un proyecto, Es recomendable seguir una planificación estructurada en fases. Estas se resumen en el siguiente diagrama y se desarrollan a lo largo del artículo.

Pasos para gestionar un equipo

Planificación de recursos humanos

En caso de no contar con un equipo preformado, el primer paso es identificar las necesidades que se deben satisfacer. De cara a seleccionar el equipo de trabajo o contratar a trabajadores es fundamental tener claro qué resultados se desea conseguir. Así, se podrá contratar a los trabajadores idóneos para la tarea que tienen que desempeñar.

En caso de contar con una plantilla ya establecida, se puede omitir este primer paso y comenzar por identificar los roles y responsabilidades que va a asumir cada uno de los miembros del equipo en el conjunto del proyecto.

Para ello deben tenerse en consideración las fortalezas y debilidades de cada uno de los integrantes del equipo y la posibilidad de trasladarlos de una tarea o equipo a otro. Incluso se debe valorar su presencia simultánea en varios de ellos, en función de cada momento.

También debe considerarse la necesidad de contar con expertos en temas concretos en momentos específicos del proyecto. Contratar personal adecuadamente cualificado es fundamental para conseguir un producto final de la calidad deseada.

Otro objetivo de la gestión de recursos humanos es que todos los integrantes del equipo puedan dar lo mejor de sí mismos y tengan una carga trabajo adecuada. No demasiado baja, dado que supondría un mal uso de los recursos; pero tampoco concentrada en algunos trabajadores, para evitar que realicen mal las tareas por estar sobrecargados, sean víctimas del estrés o terminen quemados.

Un aspecto a tener en cuenta es el impacto que pueden producir sobre el proyecto los riesgos que se presenten durante su desarrollo. No solamente se debe prever su influencia sobre el coste económico y temporal del proyecto sino también sobre los recursos humanos.

Por otro lado, también debe tenerse en cuenta el aspecto más humano de las relaciones interpersonales. Previamente a la decisión de incorporar a una persona al equipo se deben considerar las relaciones interpersonales preexistentes con el equipo y las posibles barreras de comunicación que se puedan presentar.

A todo este conjunto de planificación se le conoce con el nombre de organizational inputs o planificación de recursos humanos.

Dado que, como se puede observar, la organización de los recursos humanos de un proyecto es un proceso complejo, se puede realizar de una manera más rápida y sencilla si se cuenta con plantillas y listas de comprobación o checklists que permitan automatizar hasta cierto punto los pasos a seguir.

Establecimiento de utilidades de organización

Una vez establecido qué personas van a integrar los equipos, cómo se van a organizar y qué debe hacer cada uno de ellos, es fundamental que todo esto quede plasmado en diagramas y gráficos que permitan que todo el mundo sepa qué debe realizar en cada momento.

Asimismo es muy importante contar con sistemas de trabajo informatizados y en la red que permitan aprovechar al máximo las nuevas tecnologías tanto para el trabajo individual como para el trabajo en equipo.

Del mismo modo que se establece qué personas van a integrar los equipos, también se debe decidir antes del comienzo del proyecto la sistemática de trabajo que se va a utilizar y el apoyo tecnológico con el que se cuenta.

Formación y actualización

Durante el desarrollo del proyecto, las circunstancias económicas, sociales y de mercado experimentarán cambios. El equipo debe estar sometido a un constante reciclaje, adquiriendo permanentemente nuevas habilidades y perfeccionando las ya conocidas.

Para ello, es fundamental la interacción entre los integrantes del equipo y la realización de tareas de capacitación, entrenamiento, asistencia a cursos...

Gestión del equipo

Finalmente, para que el proyecto pueda ejecutarse correctamente y conseguir un resultado que satisfaga a los clientes, se debe realizar una gestión adecuada.

Para ello, es necesario que el Project Manager y el director del proyecto tengan capacidad de liderazgo, sepan sacar lo mejor de cada persona, consigan resolver adecuadamente los conflictos interpersonales que puedan surgir durante el desarrollo del proyecto y, al mismo tiempo, mantengan al equipo motivado.

Al mismo tiempo, deben realizar una monitorización exhaustiva de los resultados obtenidos en cada una de las fases y ciclos del proyecto. Sólo así podrán realizar un análisis de debilidades y fortalezas y realizar modificaciones en tiempo real que permitan alcanzar el resultado deseado con el coste en tiempo y dinero previsto inicialmente.

Como has podido comprobar, para realizar una adecuada gestión de los recursos humanos, resulta de gran ayuda contar con las herramientas adecuadas que te permitan organizar al personal de la manera más eficiente.

Del mismo modo, deben potenciar el trabajo colaborativo, tanto presencial como remoto y facilitar la comunicación e intercambio de información entre los integrantes del equipo.

Todo ello, no solamente conseguirá mejorar el rendimiento y la productividad del equipo sino que permitirán que el Project Manager pueda concentrar su atención y esfuerzo en coordinar al equipo, sin hacer papeleos y gestiones innecesarias.

En ITM platform lo sabemos. Por eso hemos diseñado el software de gestión de proyectos, programas y portafolio que permite potenciar al máximo tu productividad y la de tu empresa. ¿A qué esperas para probarlo?

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Una empresa, una asociación, un grupo de trabajo...  están constituidos por personas, y la comunicación entre ellas es esencial para la buena relación entre los miembros del equipo y para conseguir alcanzar los objetivos de los proyectos.

La gestión de la comunicación (communication management) se refiere a un plan sistemático para implementar y monitorizar los canales y contenidos de la comunicación de una empresa, tanto en el ámbito interno entre sus integrantes, como en el ámbito externo con otras empresas u organismos.

Una buena comunicación es un aspecto clave para el éxito de la empresa.

Las 5 W de la gestión de las comunicaciones

En el ámbito anglosajón se utilizan las 5 W como regla memotécnica para recordar los aspectos cruciales de la comunicación. Éstos deben ser supervisados por el Project Manager para conseguir el éxito en la gestión de la comunicación.

Éstas son las 5 W:

  • ¿Qué información es esencial para proyecto? (What information?)
  • ¿Quién requiere la información? (Who needs it?)
  • ¿Cuándo se necesita recibir esta información? (When is the information needed?)
  • ¿En qué formato se debería facilitar esta información (What is the format of the information?)
  • ¿Quién debe ser el responsable de transmitir la información? (Who will be responsible for transmitting the information?)

Leer también ¡La comunicación: Clave del éxito para el Project Manager!

Comunicación escrita

Es el método de comunicación más utilizado actualmente en las empresas, tanto internamente entre los miembros de un equipo de trabajo, como entre los diferentes cargos de una empresa y con empresas externas. El canal empleado con mayor frecuencia es el correo electrónico.

Una ventaja fundamental de este sistema de comunicación, es que permite poner en contacto a personas que vivan en cualquier lugar del mundo, sin necesidad de estar pendiente de diferencias horarias.

Además queda constancia de todo lo que se ha dicho, por lo que se puede recuperar la información en cualquier momento.

Como inconvenientes, se podría señalar la frialdad o carencia de emociones de este sistema de comunicación. Precisamente por ello, la posibilidad de aparición de malentendidos es mayor que con otros métodos de comunicación más directos. También es posible que aparezca la sensación de que la comunicación es insuficiente.

Por otra parte, la pauta de comunicación más utilizada para conocer las actividades  de cada trabajador es la redacción de un informe periódico, que habitualmente es semanal y se envía por correo electrónico. En él, no solamente se debe incluir el trabajo realizado durante la semana, sino los planes para la semana siguiente e información que se considere necesaria para el resto de los integrantes del equipo.

Lo ideal sería que la propia empresa o el Project Manager encargado del proyecto elaboren una plantilla con una serie de campos de interés que deban ser cumplimentados por todos los trabajadores. Así se garantiza la homogeneidad en la comunicación y que los informes den respuesta a las principales preguntas que se pueden plantear.

Comunicación oral

Es la más directa, especialmente si se puede realizar en persona. La comunicación se enriquece con la entonación y, en caso de acompañarse de imagen, de la comunicación no verbal. Así se introducen nuevos matices en la comunicación que permiten la aparición de una cierta complicidad y generan un clima de confianza que contribuyen a mejorar el ámbito de trabajo.

Como inconvenientes encontramos precisamente las ventajas de la comunicación escrita. La comunicación oral requiere el contacto directo entre las personas, bien en persona, bien a través de un ordenador mediante sistemas de comunicación online. En ambos casos es necesario que las personas se encuentran en contacto en un determinado momento, con los problemas de compatibilidad con otras tareas o con horarios diferentes en casos de encontrarse en países lejanos.

Comunicación no verbal

Añade otro matiz que enriquece a la comunicación oral aunque, como se ha señalado, requiere de la presencia física de todas las personas que participan en la comunicación, bien personalmente o bien mediante el uso de programas informáticos.

Escucha activa

Se produce cuando la persona que recibe el mensaje presta atención a la información, la interpreta y la recuerda. Estos son 3 consejos que permiten realizarla adecuadamente.

  • Mantener el contacto visual. Se trata de un detalle que puede parecer anecdótico pero que es tremendamente importante. El contacto visual permite demostrar a nuestro interlocutor que toda nuestra atención se encuentra focalizada en sus palabras. Por otra parte, nos permite conocer los sentimientos que está teniendo durante la conversación, aportándonos una información adicional.
  • Asegurarse de que todo queda claro. Es posible que sea necesario realizar preguntas para clarificar los conceptos. El simple hecho de realizarlas indica que se ha prestado atención a lo que se ha dicho. La respuesta obtenida a esas preguntas soluciona dudas y garantiza que la comunicación ha sido efectiva.
  • Evitar usar gestos que puedan producir distracciones o sean incómodos. Si la atención está centrada en lo que se está diciendo, no tiene sentido estar realizando otras acciones al mismo tiempo. Generar un clima de confianza y de concentración permitirá que nuestro interlocutor se exprese mejor y el tiempo dedicado a la comunicación sea más eficiente.

Retroalimentación constructiva

Es lo que falla con mayor frecuencia. No basta con que exista retroalimentación, sino que está todo ser constructiva. En muchas ocasiones la retroalimentación se convierte más en una crítica que en una sugerencia, con lo que no se produce una mejora en la siguiente tarea, sino que simplemente se genera mal ambiente.

Si quieres que tu empresa destaque por una comunicación dinámica y sencilla, de desarrollar tu trabajo con el uso de soluciones informáticas que así lo permitan. Lo mejor sería utilizar sistemas de comunicación en la nube que permitan compartir archivos y trabajar sobre ellos en tiempo real a personas situadas en cualquier lugar del mundo, simplemente con que dispongan de un ordenador y una conexión a Internet.

red social integrada, commentarios

ITM Platform cumple con todas estas premisas, pruébala y verás cómo la comunicación de tu empresa pasa a ser más sencilla y eficiente.

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Un empresario toma el pulso de su dinero La gestión de costes (Project Cost Management o PCM) es el proceso de estimar, asignar y controlar los costes de un proyecto. Permite que las empresas conozcan por adelantado los gastos y así reduzcan las posibilidades de superar el presupuesto inicial.

Por tanto, la gestión de costes del proyecto comprende todo su ciclo vital, desde la planificación inicial hasta su entrega, pasando por los diferentes análisis intermedios que se realicen.

 

Habitualmente, y siguiendo las informaciones recogidas en el PMBOK, en la gestión de costes de proyectos se distinguen cuatro etapas:

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1.- Planificación del coste del proyecto

En primer lugar, es necesario conocer qué actividades se van a realizar. Una vez se hayan tomado estas decisiones, se debe buscar información acerca de los recursos necesarios para poder realizar esas acciones. Para ello, es necesario recurrir a información histórica de proyectos similares realizados por nosotros mismos o bien por otras empresas.

Lo idóneo sería poder recurrir a información de primera mano, bien porque se trata de procesos realizados por nosotros mismos o bien porque recurrimos directamente a la empresa que los realizó. En caso de que esto no sea posible, se puede recurrir a información que se haya hecho pública por parte de las empresas que ejecutaron estos proyectos.

2.- Estimación de los costes del proyecto

Una vez que se conocen las actividades que se van a realizar y los recursos que son necesarios, es el momento de trasladar estos recursos a unidades monetarias y temporales.

Para ello, existen múltiples métodos de estimación según la información disponible. Una manera sencilla de estimar los costos de un proyecto es establecer analogías con proyectos similares que se hayan realizado recientemente. En caso de que éstos no existan, se deberá tomar un proyecto más antiguo y realizar una corrección en función de los cambios económicos que hayan podido producirse: oscilaciones en el cambio de divisas, revalorización o depreciación de materias primas…

Lee también La gestión de costes del proyecto: Creación de la línea base

En caso de disponer de más información, se puede recurrir a modelos paramétricos en los cuales los costes del proyecto se encuentran representados matemáticamente.

Independientemente del sistema escogido, es fundamental contar con métodos de monitorización de los costes a lo largo del proyecto. Esta información permitirá realizar un ajuste constante y, por tanto, estimar el presupuesto final con mayor exactitud y en tiempo real.

En la estimación de los costes de un proyecto también se debe considerar la posible aparición de riesgos, la repercusión que pueden tener sobre el conjunto del proyecto y la frecuencia con la que se pueden presentar al respecto de este tema, te recomendamos que leas uno de nuestros artículos: Problemas y soluciones útiles en la gestión de riesgos. 

Cuatro gráficos: coste real/presupuesto, coste real/ingresos reales, riesgos de proyecto, coste previsto/coste real

3.- Estimación de los presupuestos

El presupuesto comprende la suma de los costos estimados, calculados en el paso anterior, con el calendario tiempo estimado para la realización del proyecto. Así, el presupuesto da una imagen de los costes tanto económicos como temporales totales del conjunto del proyecto.

La estimación de los costes es más completa si se definen apartados para cada tarea o actividad concreta, teniendo en cuenta además el tiempo en el que deberán desarrollarse.

Como resultado de esta etapa, se elabora una línea de referencia que se utiliza como punto de partida para establecer la necesidad y adecuación de las herramientas de control de coste que se explicarán a continuación.

4.- Control de los costes

El control de costes se realiza una vez que se ha puesto en marcha el proyecto. Consiste en un monitorizar a diario, semanalmente o en los puntos de control que se haya establecido, cuáles son los costes en ese momento y comparar con la línea de base trazada, comprobando así si se ajustan o no a lo que estaba previsto. Esta medición permite predecir los costes generales del proyecto y si se continuará trabajando de la manera en la que se ha hecho hasta este momento.

Dado que la monitorización
se realiza en tiempo real o permanentemente, la detección de desviaciones en la línea basal establecida se realiza de manera temprana, lo que permite tomar medidas correctivas que eviten mayores desviaciones en los presupuestos finales o incluso que consigan un mayor acercamiento a los establecidos por la línea de base.

El uso de herramientas informáticas específicas para realizar estas tareas en tu empresa, puede hacer tu trabajo mucho más fácil.

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Por ejemplo, en ITM platform, solución informática especializada en la gestión de proyectos en la nube, contamos con funciones que te permiten estimar el coste del proyecto en tiempo real. Además te muestran diferentes escenarios en función de las medidas correctoras que se apliquen: totales, si deseas que el proyecto termine con los costes previstos inicialmente; o parciales, en las que evites la aparición de nuevos decalajes pero mantengas el que ya se ha adquirido hasta ese momento.

Si deseas saber más acerca de soluciones informáticas sencillas y funcionales que te permitan mejorar la gestión de tus proyectos, te recomendamos que veas el siguiente vídeo o leas el siguiente webinario.

En ellos, además de saber más acerca de la metodología explicada, comprobarás cómo se desarrolla  de manera sencilla utilizando ITM Platform.

Como no hay mejor manera de conocer algo que probarlo por uno mismo, te invitamos a probar nuestra solución informática. Estamos seguros de que marcará un antes y un después en la gestión de los proyectos de tu empresa.


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